miércoles, 23 de septiembre de 2015

Al final de la noche no hay noche

Creo, Señor, que al final de la noche
no hay noche; está la aurora.

Creo, Señor, que al final del invierno
no hay invierno; está la primavera.

Creo, Señor, que al final de la desesperación
no hay desesperación; está la esperanza.

Creo, Señor, que al final de la espera
no hay espera; está el reencuentro.

Creo, Señor, que al final de la muerte
no hay muerte; está la vida.

Creo, Señor, que Tú eres la resurrección y la vida.
Creo, pero aumenta mi fe.

Joseph Folliet, adaptación