martes, 22 de septiembre de 2015

Como al joven rico

Como al joven rico, te has acercado,
me has mirado a los ojos y me has dicho:
"Anda, vende todo lo que tengas y sígueme”.
En estos momentos mi deseo más profundo es decirte, como María,
que se haga tu voluntad.
En estos momentos veo claro que mi opción eres tú.
Señor, mi primera respuesta es seguir tu llamada.

Pero sé que soy débil y muchas cosas me atan:
confío más en las cosas y en el dinero que en ti,
dedico más tiempo al móvil o al ordenador que a ti,
a veces soy un esclavo del trabajo o de mis aficiones.
Sólo te sigo cuando no tengo que renunciar a nada.

Ayúdame a caminar sin mirar atrás.
Yo sé, Señor, que mi fuerza eres tú.
Que contigo de compañero en el camino todo es posible.
Hasta el camino se hace más fácil y llevadero.
Padre, acoge mi vida,
transfórmala según tu proyecto, según tu voluntad.
quiero ser como arcilla en tus manos.
Moldéame, como barro en manos del alfarero.

Haz de mí, Señor, una persona entregada, generosa, amigable;
una persona alegre, que transmita alegría;
una persona disponible, sincera, abierta.
Señor, pongo mi corazón en tus manos,
porque sé que sólo así
mi propósito por cambiar de vida tendrá éxito,
sólo con tu ayuda podré seguirte y ser plenamente feliz.