miércoles, 23 de septiembre de 2015

Crea en nosotros, Señor, un corazón puro

Crea en nosotros, Señor, un corazón puro y sincero;
fortalécenos por dentro con la fuerza de tu Espiritu.
Limpia nuestro corazón para que podamos ver tu rostro,
y danos un corazón de niño para que nos alegremos contigo.

Devuélvenos, en tu misericordia, la alegría de tu salvación,
y abre nuestros corazones a un amor sin fronteras.
Queremos proclamar lo que tu has hecho con nosotros,
para que se acerquen a saborear la ternura de tus manos.

Líbranos, Señor, de la violencia y del egoísmo,
y danos fuerza para gritar las maravillas de tu perdón.
Abre nuestros ojos, abre nuestras manos, abre nuestro corazón
a la reconciliación y la paz contigo y con los hermanos.

Nos has hecho sentar en la mesa festiva
y nos has cubierto de sus besos y ternura en el abrazo
que nos distes al perdonar nuestro pecado: ¡Eres bueno!
Que en tu casa y en tu hogar nos sentimos acogidos.