jueves, 24 de septiembre de 2015

Cuando yo me adhiriere a ti con tomo mi ser

Cuando yo me adhiriere a ti con tomo mi ser,
ya no habrá más dolor ni trabajo para mí,
y mi vida será viva, llena toda de ti.
Mas ahora, como al que tú llenas lo elevas,
me soy carga a mí mismo, porque no estoy lleno de ti.

Contienden mis alegrías, dignas de ser lloradas,
con mis tristezas, dignas de alegría,
y no sé de qué parte está la victoria.
Contienden mis tristezas malas con mis gozos buenos,
y no sé de qué parte está la victoria.
¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! ¡Ay de mí!

San Agustin