sábado, 26 de septiembre de 2015

Despiértanos, Señor

Despiértanos, Señor,
socórrenos con tu fuerza,
líbranos de lo que nos frena
y apresura nuestra felicidad.

Enséñanos a construir tu reino,
a inventar una vida compartiendo,
a trabajar aportando lo mejor,
y a complementarnos y apoyarnos.

Abre las puertas de nuestro pueblo,
para que sea un lugar de justicia,
para que reine la igualdad entre todos,
tratando al otro como nos gusta que nos traten.

Impúlsanos a triunfar sobre el desamor,
mantennos en comunicación contigo,
que no digamos: "Señor, Señor...",
sino que vivamos una verdadera amistad.

Mari Patxi Ayerra y Álvaro Ginel