jueves, 24 de septiembre de 2015

Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Cualquier día,
en cualquier momento,
a tiempo o a destiempo,
sin previo aviso,
lanzas tu pregunta:
Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Y yo me quedo a medio camino
entre lo correcto y lo que siento,
porque no me atrevo
a correr riesgos
cuando Tú me preguntas así.

Nuevamente me equivoco,
y me impones silencio
para que escuche tu latir
y siga tu camino.
al poco, vuelves a la carga:
tú, ¿quién dices que soy yo?

Enséñame como Tú sabes.
Llévame a tu ritmo
por los caminos del Padre
y por esas sendas marginales
que tanto te atraen.

Corrígeme,
cánsame
y vuelve a explicarme
tus proyectos y quereres,
y quién eres.

Cuando en tu vida toda
encuentre el sentido
para los trozos de mi vida rota;
cuando en tu sufrimiento y en tu cruz
descubra el valor de todas las cruces;
cuando haga de tu causa mi causa;
cuando ya no busque salvarme,
sino perderme en tus quereres...

Entonces, Jesús, vuelve a preguntarme:
Y tú, ¿quién dices que soy yo?

Florentino Ulibarri