sábado, 10 de octubre de 2015

Adora y confía

No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere tú lo que Dios quiere.

Ofrécele, en medio de inquietudes y dificultades,
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de su providencia.



Poco importa que te consideres un fracasado,
si Dios te considera plenamente realizado…
plenamente a su gusto…

Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí, tal como eres,
y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.

Piensa que estás en sus manos
tanto más fuertemente cogido
cuanto más decaído y triste te sientas.

Vive feliz, te lo suplico,
vive en paz, que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitar tu paz,
ni la fatiga psíquica, ni tus fallos morales.

Haz que brote, y conserva sobre tu rostro
una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.

Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.

Recuerda, cuanto te oprime y te inquiete es falso;
te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.

Por eso cuando te sientas apesadumbrado, triste…
ADORA Y CONFÍA EN DIOS.

Teilhard de Chardin