jueves, 8 de octubre de 2015

Al encuentro de tu abrazo

Me acercaré a tu morada
con mis hambres y mi pobreza;
tocaré tu puerta, hasta que me oigas,
con las esquirlas de mi alma;
entraré en tu silencio de puntillas,
y con ansia, nada más que se abra;
seguiré la brisa y el aire
que delatan tu presencia;
levantaré mis ojos, una vez más,
en busca de los tuyos que siempre me están mirando;
y, así, me quedaré sereno y vigilante
a la escucha de tu Palabra,
al encuentro de tu abrazo.

Ellos me darán la luz que necesito,
calmarán mi sed de todo lo humano
y me dirán mi nombre verdadero.

Florentino Ulibarri