domingo, 11 de octubre de 2015

Fariseo y publicano

Padre, a veces rezamos, hablamos y actuamos
subidos en la prepotencia, el orgullo, la mentira,
la autosuficiencia, el desprecio a los demás.

Que la comunión con tu Hijo Jesús nos ayude a bajar
a la verdad, a la humildad, a la pobreza y a la sencillez.

Sólo así podremos sentir la alegría de ser hijos tuyos.
Sólo así podremos amar y ser amados de verdad.
Sólo así podremos construir una sociedad más fraterna.