jueves, 15 de octubre de 2015

No tenemos vino

Para nuestras reuniones más queridas
donde festejamos lo que Tú nos das;
para los encuentros fraternos
en los que haces crecer nuestros amores,
no tenemos vino.

Para las manifestaciones de protesta
pidiendo paz, trabajo y justicia;
para la fiesta del compromiso humano
donde celebramos triunfos y fracasos,
no tenemos vino.

Para los espacios sacramentales
que reviven y actualizan tu presencia;
para vivir con alegría, cualquier día,
la invitación a tu cena y eucaristía,
no tenemos vino.

Para el anuncio de tu buena noticia
con nuestras torpes palabras humanas;
para testimoniar tu reino fraterno
soñado como un banquete presente,
no tenemos vino.

Para la alianza de todas las civilizaciones,
del mundo rico con el mundo pobre;
para las bodas de tus hijos e hijas
que recrean tu proyecto de gozo y vida,
no tenemos vino.

Para el abrazo solidario con los inmigrantes
que reclaman los derechos más elementales;
para nuestras celebraciones de cada día
sencillas, íntimas, queridas,
no tenemos vino.

Y por eso andamos tristes y apocados,
sin gracia y con la ilusión apagada.
Nos falta la alegría compartida
aunque abunden jarras y tinajas.
¡No tenemos vino!

¡Haced lo que él os diga!

Florentino Ulibarri