domingo, 11 de octubre de 2015

Trinidad

¡Oh, Trinidad Santísima!, origen de todo.
Misterio tan profundo, que me hace exclamar
del fondo de mi corazón ‘Santo, Santo, Santo’.

Te encuentro en el fondo mismo de mi ser
amándome, creándome,
trabajando por mí, para mí, conmigo
en una comunión misteriosa de amor.

Dame, Señor, que yo comience a ver
con otros ojos todas las cosas,
a discernir y leer los signos de los tiempos,
a gustar de tus cosas y saber comunicarlas.

Pongo la preferencia de mi oración
en la contemplación de la Trinidad,
en el amor y unión de caridad,
que abraza también a mis prójimos.

Padre Eterno, confírmame;
Hijo Eterno, confírmame;
Espíritu Santo, confírmame;
Santa Trinidad, confírmame;
un solo Dios, confírmame.

Sobre textos del Padre Arrupe