Señor, creo en Ti y creo en tu resurrección, pero aumenta mi fe.
Dame unos ojos abiertos para reconocerte en los hermanos que animan nuestra fe y en las personas que sufren y desesperan.
Dame una mirada limpia, para descubrirte en los fracasos y cuando parece que no te necesito, porque todo va bien.
Dame un corazón sensible para acogerte en la voz de la conciencia, en la Palabra del Evangelio y en el Pan que comulgamos.