lunes, 14 de diciembre de 2015

En momentos de miedo y angustia

Señor, concédeme la gracia,
en este momento supremo de miedo y angustia,
de recurrir al gran miedo y a la asombrosa angustia
que tú experimentaste en el Monte de los Olivos antes de tu pasión.



Haz que a fuerza de meditar tu agonía,
reciba el consuelo espiritual necesario
para provecho de mi alma.

Concédeme, Señor, un espíritu abandonado,
sosegado, apacible, caritativo,
benévolo, dulce y compasivo.

Que en todas mis acciones,
palabras y pensamientos
experimente el gusto de tu Espíritu santo y bendito.

Dame, Señor, una fe plena,
una esperanza firme y una ardiente caridad.

Que yo no ame a nadie contra tu voluntad,
sino a todas las cosas en función de tu querer.
Rodéame de tu amor y de tu favor.
Amén.

(Santo Tomás Moro)