viernes, 18 de diciembre de 2015

Por la comunidad

Señor, Jesús, haznos una comunidad abierta,
confiada y pacífica, invadida por el gozo de tu Espíritu Santo.
Una comunidad entusiasta, que sepa cantar a la vida,
vibrar ante la belleza, estremecerse ante el misterio
y anunciar el Reino del amor.

Que llevemos la fiesta en el corazón
aunque sintamos la presencia del dolor en nuestro camino,
porque sabemos, Cristo resucitado,
que Tú has vencido el dolor y la muerte.

Que no nos acobarden las tensiones
ni nos ahoguen los conflictos que puedan surgir entre nosotros,
porque contamos -en nuestra debilidad-
con la fuerza creadora y renovadora de tu Espíritu Santo.

Regala Señor, a esta familia tuya,
una gran dosis de buen humor,
para que sepa desdramatizar las situaciones difíciles
y sonreír abiertamente a la vida.

Haznos expertos en deshacer nudos y en romper cadenas,
en abrir surcos y en arrojar semillas,
en curar heridas y en mantener viva la esperanza.

Y concédenos ser, humildemente,
en un mundo abatido por la tristeza,
testigos y profetas de la verdadera alegría.