lunes, 14 de diciembre de 2015

Por nuestra propia vocación

¡Señor Creador y Redentor!
Tú que estás presente e invisible
en el instante de nuestro primer palpitar,
y cuando el agua santa limpia lo más íntimo
de nuestra naturaleza pecadora,
y en todos los momentos
de nuestro agitado vivir hoy,
sal a mi encuentro
y al encuentro de cada hombre,
y señala, con la luz de tu presencia percibida,
cuál sea nuestro servicio dentro de la Iglesia
y de la comunidad de los hombres,
para que, empujados por tu gracia,
cumplamos todos y cada uno
con nuestra vocación.

Señor Creador y Redentor,
escucha nuestra plegaria.
Amén.