sábado, 5 de marzo de 2016

Ahora que soy consciente

Señor,
Tú estabas a mi lado cuando apenas te conocía.
A medida que voy haciendome persona
me voy dando cuenta de que sigues a mi lado,
de que soy libre,
y que te necesito siempre...  más y más.
Te me vas manifestando cada vez con más claridad.
Siento que me amas inmensamente,
que sigues estando a mi lado,
que tu ayuda nunca me puede faltar.
¡Eres mi Padre y mi verdadero Amigo!

Por eso, Señor,
ahora que soy consciente
me pongo con más confianza en tus manos.
Sé que Tú me quieres y me estimas
a pesar de los fallos y olvidos de mi vida.
Espero de Ti fuerza suficiente
para ser constante en el trabajo diario,
para vencer en las luchas contra el mal,
para aprender a darme a los demás,
para ser como Tú me quieres.
Por eso, ahora me dirijo a Tí,
con las palabras que nos enseñó Jesús:
"Padre nuestro, que estás en los cielos...."