sábado, 5 de marzo de 2016

Tentaciones

Señor, también tú sentiste la tentación de abandonar el camino del amor, el servicio y la entrega; para escoger otros caminos más fáciles, aparentemente más eficaces para ayudar a las personas y transformar el mundo.

También nosotros somos tentados.

Somos tentados cuando sentimos que hemos de preocuparnos más de nosotros mismos y menos de los demás, de los pobres; cuando no entienden que “perdamos el tiempo” comprometiéndonos en causas que no nos reportan ganancia económica alguna.

Somos tentados cuando nos invitan a vengarnos y no a perdonar.

Somos tentados cuando nos animan más a consumir que a ser austeros.

Somos tentados cuando sentimos el deseo de alejarnos de Dios y poner nuestra confianza en el dinero, en lo que se puede ver y palpar.

Somos tentados cuando quieren o queremos convencernos de que las personas necesitan más pan y menos evangelio; más compromiso social y menos evangelización.

Somos tentados cuando queremos ganar el corazón de las personas con regalos y no con amor, cuando decimos y hacemos lo que esperan de nosotros, aunque no sea lo más conveniente.

Gracias, Jesús, por descubrirnos que sólo el amor puede transformar el corazón de las personas; sólo el amor puede cambiar radicalmente nuestro mundo.

Gracias por ofrecernos la luz y fuerza de tu Espíritu, para descubrir y superar las tentaciones y ser fieles en nuestra misión. Haznos humildes para pedir y recibir cada día tu ayuda.