sábado, 30 de abril de 2016

Elegir para ser libres

Sí importa lo que vivimos,
cada decisión,
los caminos elegidos
y los abandonados.

Las palabras importan,
y los silencios,
y las preguntas.

Las encrucijadas
nos conducen
al amor o al vacío,
a lo cálido o a lo inhóspito
al prójimo o al espejo.

Cada paso deja una huella
en el mundo,
en el alma de los nuestros,
en la misma tierra que somos,
y en Dios.

Dios carga con muchos golpes
y algún que otro abrazo.
Sigue creyendo en nosotros.
Dios a veces llora,
y espera.

Somos libres,
y eso asusta.

José Mª Rodríguez Olaizola, sj