sábado, 30 de abril de 2016

Tentado

Señor, Tú también fuiste tentado, como nosotros.
En vez de seguir el camino del amor y la entrega,
preferimos el camino del tener, del poder, del ganar.
Nos parecen más fáciles y más eficaces, pero nos engañamos.
Sólo el amor cambia el corazón de las personas y del mundo.

Gracias, Jesús, por ofrecernos la fuerza de la Comunión contigo,
para superar las tentaciones y ser fieles en nuestra misión.
Haznos humildes para pedir y recibir cada día tu ayuda.