viernes, 6 de mayo de 2016

Al Santísimo sacramento

Quien llenar pudo el deseo
del bien que en veros se encierra,
¿qué podrá ver en la tierra
que no le parezca feo?
En vos cuanto quiero veo,
y sin vos no hay qué querer
hasta volveros a ver.

Cuando mirándoos estoy,
estoy otro del que fui,
que sin veros no me vi
y mirándoos, veo quién soy,
pues no lo he menester
hasta volveros a ver.

Si os vais, divino manjar,
llevad mis ojos tras vos,
que ojos que vieron a Dios,
¿qué pueden sin Dios mirar?
Veros, Señor, es gozar.
y no veros padecer
hasta volveros a ver.

José de Valdivielso