domingo, 1 de mayo de 2016

Buen Pastor

Te damos gracias, Padre
porque eres el amor y la vida,
el Buen Pastor.
Sin nombrarte o reconociendo tu nombre,
todos los hombres te buscan.

También te buscamos nosotros,
cuando escuchamos tu voz
y te seguimos.
Te bendecimos, porque el Espíritu,
que todos llevamos dentro,
nos impulsa a reconocer tu palabra y tu obra
en las encrucijadas de la vida,
allí donde hermanos nuestros
trabajan por la verdad, la justicia, la libertad...
En el fondo de nosotros mismos
sentimos una llamada a la vida,
a la bondad, a la sinceridad.
Es el eco de tu voz que resuena
en lo más profundo de cada ser humano.