viernes, 6 de mayo de 2016

Dios enamorado

Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón

Señor, Dios nuestro, Creador del cielo y de la tierra,
me cuesta imaginar que estés enamorado
y me parece increíble que te hayas fijado en mí,
que busques mi amistad como si la necesitaras para vivir,
que desees mi amor como un joven pretendiente.



Te has vuelto loco, Señor? No soy buen partido.
Tampoco soy mala gente, pero sabes cuáles son mis miserias.
Por qué me buscas, por qué quieres cortejarme?
por qué quieres llevarme al silencio de desierto
y hablarme de nuevo al corazón?

No te das por vencido, no te rindes?
No me das por perdida, Señor,
si tantas veces te he dicho "si, quiero"
y otras tantas me he alejado de ti?

Señor, Dios mío, amigo mío, esposo mío,
gracias porque tu único interés es hacerme feliz,
gracias por tu paciencia, por seguir confiando en mí,
por tu misericordia y tu compasión,
por casarte conmigo en matrimonio perpetuo.

Que cada día sepa mirarte y acoger tu amor,
para responderte un SI total y definitivo.
Esposo mío, te amo y quiero ser tuya
sin que nada ni nadie pueda alejarme de Ti.

(Sobre textos  de Oseas 2, 16.17b-18. 21-22)