viernes, 6 de mayo de 2016

Pastor y pasto

"Yo he venido para que tengan vida,
una vida divina y abundante".
Y te diste cual pasto exuberante,
haciéndote tú mismo mi comida.

Eres buen pastor que a pastar convida,
eres pastor que guía y va delante;
que llama con sus silbos a la errante
y carga en hombros a la que va herida.

Si tú eres mi pastor, nada me falta,
porque eres para mí jugoso prado
donde tu luz y tu gracia el verde esmalta.

En tu paz, yo sesteo recostado,
y en mis sueños un Buen Pastor resalta:
oveja a hombros, zurrón y cayado.