lunes, 2 de mayo de 2016

Sembrador

Te damos gracias, Padre
porque sabemos que nos miras con amor,
miras con ternura nuestros corazones.

Danos la fuerza de tu Espíritu
para romper tanta dureza,
para arrancar malas hierbas,
para acoger tu semilla, tu amor
en la vida y en la oración.

Danos fuerza de tu Espíritu
para trabajar en este campo: la parroquia.
Que sepamos trabajar contigo
para que sea tierra honda, limpia
y de fruto de treinta, sesenta o ciento por uno.