domingo, 1 de mayo de 2016

Sólo tengo lo que doy

Tan pobre que sólo tengo lo que doy
y sólo puedo dar lo que tengo: es decir todo mi ser.
Vivir el aquí y el ahora sin agarrarme al pasado ni anticipar el futuro es vivir en la pobreza de este pequeño instante en el que sólo tengo lo que doy.
No hay nada  más mío que lo que soy capaz de ofrecer al otro.

Y sólo puedo ofrecer lo que experimento, lo que soy: lo que Dios quiere regalar al otro por mi medio.
Mi cuerpo es mi presencia aquí y ahora.
Mi libertad es la energía que dirige mi cuerpo al encuentro y servivio de los demás.
El día no se ha hecho para acumular posesivamente riquezas sino para tener la libertad de compartir mi única riqueza: mi vida aquí y ahora.