Te necesitamos:
no andemos sin rumbo,
no nos perdamos en las tareas cotidianas,
no nos envuelvan los agobios,
no nos distraigan de tu presencia.
Subamos juntos el camino,
que Dios nos invita a la plenitud,
a vivir una vida en abundancia.
Él viene a enseñarnos la ruta,
a sanarnos de las heridas del camino,
a mostrarnos la mejor manera de gozar
y de vivir esta vida con ilusión.
Sigamos sus senderos sin buscar otros,
que Él viene a traernos noticias buenas,
a recordarnos que otro mundo es posible,
a invitarnos a la justicia y a la libertad.
¡Ánimo a todos!
Una vida mejor es posible
y hay que hacerla aquí, ahora mismo,
viviendo con los hermanos el Amor.
Mari Patxi Ayerra y Álvaro Ginel
