martes, 3 de mayo de 2016

Tengo suerte

Tengo suerte, Señor, y lo sé. Tengo la suerte de conocerte, de conocer tus caminos, tu voluntad, tu Ley. La vida tiene sentido para mí, porque te conozco a ti, porque sé que este mundo difícil tiene una razón de ser, que hay una mano cariñosa que me sostiene, un corazón amigo que piensa en mí, y una presencia de eternidad día y noche dentro de mí. Conozco mi camino, porque te conozco a ti, y tú eres el Camino. Tengo mucha suerte de conocerte y de vivir contigo. Gracias, Señor.

Siento la corriente de tu vida que me riega el alma y el cuerpo, hace florecer mi capacidad de pensar y de amar y convierte mis deseos en fruto, cuando el sol de tu presencia bendice los campos que tú mismo has sembrado. Te doy gracias, Señor, de todo corazón.

(Adaptación de una plegaria de Carlos G. Vallés)