jueves, 5 de mayo de 2016

Tú estás conmigo y mi vida es cosa tuya

Tú estás presente en mi vida, Señor, y mi corazón se goza al saber que eres Padre. Tú eres mi refugio y mi alcázar, Dios mío, en ti confío.
No temo a las tinieblas de la noche, ni el calor duro de medio día. Porque contigo sé que mis enemigos caerán por tierra y la victoria será segura.

Yo he hecho de ti mi refugio, te he tomado, Señor, por defensa. La desgracia, contigo, no entrará en mi casa, porque tú me guardas en todos mis camino.
Tú me cubrirás con la palma de tu mano, y no dejarás que mi pie tropiece. Caminaré sin cansarme hacia la meta con la seguridad de que tú serás mi recompensa.
Porque sé que me quieres, me librarás. Porque sé que me tratas personalmente me protegerás. A ti te puedo invocar porque sé que siempre me escuchas.

Tú estás siempre conmigo aunque mi corazón se olvide de que me amas. Tú estás siempre conmigo aunque mi corazón te falle y comience de nuevo. Tú estás siempre conmigo aunque mi corazón se canse de seguir tus pasos. Tú estás siempre conmigo aunque mi corazón a veces no lo sienta.
Señor, mi vida te pertenece. Que mi corazón no tema aunque el camino sea duro. Tú estás conmigo y mi vida es cosa tuya.