jueves, 28 de julio de 2016

Las manos del Padre

Con tu mano rodeas
el pabilo vacilante
y proteges su llama
del viento que arrastra
los fríos del Norte.

Con tu mano sanas
célula a célula
la herida de la caña
quebrada por las botas
de la competencia ciega.

Veo arañadas?
tus manos de viñador
por los sarmientos secos
de una vida exitosa
cortados en la poda.

En los surcos de tus manos
hay color de arcilla?
que delata tu oficio?
de perpetuo alfarero
de nuestro barro.

En tus palmas abiertas?
palpo los callos del bastón?
en tu búsqueda incesante?
para reunir en tu rebaño?
los perdidos en sus soledades.

(rezandovoy.org)