miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ver los signos del Reino

Señor, danos una mirada contemplativa, para descubrirte
en esa madre o en ese padre que cambia el pañal de su hijo sonriendo, a pesar del cansancio;
en ese mendigo que comparte su mendrugo de pan;
en ese voluntario que trabaja y sólo cobra el sueldo de la satisfacción;
en ese político o en ese hombre de negocios que renuncia a caer en la corrupción;
en esa abuela que ya no puede hacer otra cosa por su familia más que rezar;
en la niña que sabe acercarse a ese compañero triste;
en ese misionero que se deja la piel por los más pobres;
en todos aquellos que no se callan ni se cruzan de brazos frente a las injusticias;
en esa religiosa que renunció con alegría a los placeres del mundo, para consagrarse a Ti y a los más necesitados;

Señor, danos una mirada contemplativa, para descubrirte
en mí y en cada persona:
en nuestros deseos de amar, de servir, de compartir, de ser felices.

Allí estás, Dios mío. Y allí te dejas encontrar. ¡Gracias!