Te damos gracias, Señor, por las personas que...
visitan a sus amigos y familiares enfermos,
dedican tiempo a las personas inaguantables,
hablan y tratan humanamente a los mendigos,
reservan una parte de sus vacaciones a los pobres,
trabajan desinteresadamente por los demás,
por su cuenta y en organizaciones sociales.
Gracias también por las personas que...
comparten ropa, comida y libros con los que nada tienen,
dedican el 5, el 10 o el 50 % de su sueldo a solidaridad,
defienden los derechos y la dignidad de los inmigrantes,
apoyan a las madres que se ven empujadas a abortar
y las que han tenido el arrojo de traer, solas, un hijo al mundo.
Gracias, también por las personas que...
han comprendido la importancia de la política,
para resolver o aliviar los problemas de los que más sufren,
y se comprometen en partidos, sindicatos, asociaciones...
para construir un mundo más justo y más fraterno.
Gracias por las personas que...
han descubierto que la ausencia de Dios es una pobreza,
entienden que compartir la fe es una forma de amar,
dan razón de su esperanza con humildad y sencillez,
y en su oración no sólo se ocupan de sus problemas,
y te presentan las angustias y las esperanzas de los últimos.
Danos la seguridad de que tú bendices y multiplicas cada gesto de amor.
Haznos comprender el valor de cada detalle de cariño,
para cambiar el corazón de quien lo practica,
para animar la vida de quien lo recibe,
para transformar el mundo. Amén.
