viernes, 19 de mayo de 2017

Amigos de Dios

Jesús, Tú me llamas "amigo".
Tú me tratas como el mejor amigo.
Saliste de tu cielo para mostrarme tu amistad,
me buscaste y me buscas en todos mis caminos.

Me abriste tu corazón de par en par.
Me descubriste tus secretos más hondos.
Nos enseñaste que Dios es Amor, es Padre
y que todas las personas -todas- somos hermanas.

Aunque tantas veces descuido nuestra amistad,
aunque a veces me aíslo de mis hermanos
Tú siempre me ofreces tus brazos abiertos
y me animas a abrir los míos a los demás.

Tú nos has mostrado qué es la amistad y el amor:
No hay amor más grande que el que da la vida...
por los amigos, por los pobres, por los enemigos...
El amigo no se conforma con dar. Se da del todo.

A veces, parece que la amistad no merece la pena.
Con tu resurrección nos abriste a la esperanza:
ni el gesto más pequeño de amistad que se pierde,
antes o después, produce un reguero de vida y alegría.

Jesús, Tú eres mi mejor "amigo".
Gracias, gracias, gracias.