jueves, 6 de julio de 2017

Mirada borrosa y recortada

Señor, a veces soy tan pequeño, tan limitado...
No me alegro por lo bueno que hace mi amigo, mi hermano, un extraño...
Me enfado, critico y vapuleo a quien hace el bien.
Pienso y digo: ¡Por algo lo hará! ¡Algún beneficio sacará!
¡Lo hace para darse a entender y, además, lo hace mal!
Parece que necesito rebajar a los demás para subir yo.

Cuando pienso y siento así, la alegría y la esperanza escapan;
me aíslo y sólo me acompañan la tristeza y la amargura.

Señor, ¡cura mi mirada borrosa y recortada!
dame una mente más amplia y un corazón más grande;
para que sepa fijarme más en los aciertos y menos en los errores,
para reconocer y alegrarme por todo lo bueno que sucede,
para que pueda aprender de todos y de todo,
para darte gracias por el bien que hace mi amigo, mi hermano, un extraño...

Así seré más feliz, transmitiré más alegría
y me pareceré más a Ti, Padre bueno y generoso,
que valoras y te alegras con cada gesto de amor de tus hijos.