miércoles, 6 de febrero de 2019

Ver a Dios en lo imperfecto

Danos unos ojos nuevos, Señor...

para contemplar tu belleza
en las arrugas de un anciano,

para aprender tu sabiduría
en las palabras de los que no han ido a la escuela,

para descubrir tu generosidad
en quienes no sabemos darlo todo,

para disfrutar de tu ternura
en los gestos torpes de quienes me rodean.

para admirar tu novedad sorprendente
en quienes forman parte de nuestra rutina,

para sentir tu fuerza omnipotente
en la debilidad de nuestra carne,

para gozar de tu grandeza,
en la sencillez de los más pequeños.

para percibir tu alegría
en los ojos que lloran a menudo,

para apreciar tu perfección,
en las experiencias y las personas imperfectas.

Danos unos ojos nuevos, Señor.