sábado, 9 de mayo de 2020

María Guadalupana

Gracias, Señor, por la cercanía de y la ternura de María.
Ella nos repite las mismas palabras que pronunció a Juan Diego, en la Colina del Tepeyac:
No temas, ¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?

Junto a ella es más fácil acercarme a Ti.
Junto a ella es más fácil bendecir y sentir tu bendición.
Junto a ella es más fácil que mi rostro se ilumine con tu mirada.
Junto a ella es más fácil sentirme acompañado y querido por Ti.
Junto a ella es más fácil vivir en paz contigo, con los hermanos, con amigos y enemigos.
Junto a ella es más fácil ser instrumento de justicia y paz.
Junto a ella es más fácil esperar la victoria del Amor sobre toda la injusticia, el dolor y la muerte.

Gracias, Señor, por la cercanía de y la ternura de María Guadalupana.