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martes, 22 de septiembre de 2015

Como busca la cierva corrientes de agua

Como busca la cierva corrientes de agua,
como busca pan el niño hambriento,
así mi alma te busca a Ti, Dios mío.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo,
Me hiciste el corazón a tu medida
y llenarlo sólo puede tu presencia.
¿Cuándo podré ver tu rostro?

Cuando mi vida se vuelve gris,
cuando me pregunto: “¿dónde estás?”
cuando me asalta la nostalgia por tiempos mejores,
cuando desfallezco y me siento apagado,
entonces me vuelvo a ti: ¡Dios mío!

Cuando me sienta cansado,
cuando me invada la duda,
cuando me duelan las ausencias,
cuando me falte el amor,
entonces me volveré a ti: ¡Dios mío!

Te preguntaré: “¿Dónde estás?
Te diré: “no me olvides”,
y tú me responderás.
De día me enviarás tu amor
y de noche cantaré tu fidelidad.

Envíame tu luz y tu verdad;
ellas me guiarán,
me llevarán por el camino de la vida
y me darán la alegría más profunda,
la esperanza más firme,
la luz más clara.