jueves, 25 de julio de 2019

Santiago, el santo del abrazo

Apóstol Santiago,
el santo del abrazo,
abre mi corazón
para dejarme abrazar
y para abrazar a los míos,
a los amigos de siempre,
a los que podrían serlo
y cuantos lo necesitan:
al herido, al fracasado,
al olvidado y al rechazado.

Abre mi corazón
para abrazarles tal como son,
sin esperar a que sean perfectos;
para abrazarles con fuerza,
con el cuerpo y con el alma.

Abre mi corazón
para dejarme abrazar por Dios,
que me ama siempre y sin condiciones.

Abre mi corazón
para abrazar la vida:
los momentos más felices,
los días grises, que ni fu ni fa,
y las noches oscuras,
en las que toca amar sin sentir
y esperar un nuevo amanecer.

Apóstol Santiago,
el santo del abrazo,
abre mi corazón
para dejarme abrazar
y para abrazar bien fuerte.
Amén.