lunes, 29 de agosto de 2016

Señor, envíanos profetas

Señor, envíanos profetas.
Sigue haciendo brotar, en tus hijos e hijas, entrañas de misericordia.
Que la palabra del profeta sea evangelio vivo.
Que su denuncia sea recuerdo de tu proyecto.
Que sus gestos rompan cadenas.
Que su memoria nos recuerde el nombre y la vida de los más pobres.

domingo, 28 de agosto de 2016

Paradojas del Evangelio

Señor, ayúdame a comprender... y a vivir:

si quiero ser rico, he de acercarme a los pobres;
sólo si me hago pequeño, podré ser grande;
cuando deje de perseguir mi felicidad, la felicidad te alcanza;
para llegar a ti el primero, he de estar cerca de los últimos;

viernes, 5 de agosto de 2016

La caricia del perdón

Es difícil perdonar, Señor. Cuando nos han hecho daño, apenas podemos recordar que nosotros somos los primeros que hemos sido perdonados por ti; infinitamente más de lo que nosotros perdonamos a los hermanos. A lo largo de nuestra historia... ¡cuántas cosas malas hemos hecho y tú, Señor, nos las has perdonado!

Tú no te cansas de ofrecer siempre tu perdón cada vez que te lo pedimos. Es un perdón pleno, total, con el que nos das la certeza de que, aun cuando podemos recaer en los mismos pecados, tienes piedad de nosotros y no dejas de amarnos. Tu perdón no conoce límites; va más allá de nuestra imaginación y alcanza a quien reconoce, en el íntimo del corazón, haberse equivocado y quiere volver a Él. Tú miras el corazón que pide ser perdonado, y lo llenas de paz.

Pero, aún así, nos cuesta perdonar. Cuando nosotros estamos en deuda con los demás, pretendemos la misericordia; en cambio cuando nos deben, invocamos la justicia. Y todos hacemos así, todos. A veces vivimos encerrados en el rencor y arruinamos nuestra propia vida y la de los demás, en lugar de encontrar la alegría de la serenidad y de la paz.

Enséñanos a perdonar, y a hacerlo sin límites, como tú: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete». Que no nos limitemos a lo justo; que sepamos mostrarnos como discípulos que han obtenido gratuitamente misericordia a los pies de la cruz; que sepamos contagiar al mundo la alegría de ser perdonados y de perdonar.  Amén.

Inspirada en el discurso del Papa Francisco en Asís (4 de agosto de 2016)

jueves, 4 de agosto de 2016

Tu modo

Señor, enséñame tu modo de tratar con los discípulos, con los pecadores, con los niños, con los fariseos o con Pilatos y Herodes... Enséñame a ser compasivo con los que sufren: con los pobres, con los leprosos, con los ciegos, con los paralíticos…; muéstrame cómo manifestabas tus emociones profundísimas hasta derramar lágrimas…