Gracias, Padre bueno y misericordioso, por las mujeres, por su misión en la tierra, gracias por su sonrisa, por sus ganas de salir adelante y por su fe inquebrantable.
Gracias, Padre de eterna ternura, porque nos has hecho a tu imagen y semejanza, gracias porque nos creaste varón y mujer, te pedimos que, al reconocernos diferentes, encontremos la posibilidad de complementarnos.
Gracias por mi madre. Gracias por cada una de mis hermanas y primas. Porque he aprendido el valor de la amistad con mis amigas. (Gracias por mi esposa).