viernes, 18 de diciembre de 2015

Dirígeme y guíame.

Señor, sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame.

A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás;
yo confío en el Señor.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas.

Gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.

Samo 31

Jesús, maestro, ten compasión de nosotros

Señor,
se despierta el orbe, se levanta el mundo,
amanece y al contemplar cómo está todo y leer las noticias,
una mañana más, a mí sólo me queda decirte:
Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.

Envidia

Señor, sabemos que la envidia perjudica a todos,
al que es envidiado y al que envidia;
pero, a veces nos cuesta mucho evitarla.

Envidiamos un puesto de trabajo, un coche, una casa,
los amigos y la familia que no tenemos;
el carisma, el físico, la inteligencia, la fama...
Nos parece que si no poseemos lo que envidiamos
no podemos triunfar ni ser felices del todo.

Haznos comprender los peligros de la envidia.
De la envidia nacen el odio y la calumnia,
la alegría cuando el prójimo fracasa
y la tristeza causada por su prosperidad.
La envidia nos arma unos contra otros
y debilita desde dentro a las familias,
a las comunidades y a toda la sociedad.

Danos luz y fuerza para superar la envidia,
para valorar nuestras posibilidades y capacidades;
para dar gracias por nuestros pequeños y grandes logros;
para ver en cada persona a una hermana,
para no considerarlas competidoras ni enemigas,
para verlas como un regalo que Dios me ha dado;
para saber pedir con humildad lo que necesitamos
y compartir con generosidad lo que tenemos. Amén.

Echad las redes

Señor resucitado, tú te acercas a nosotros, también cuando trabajamos: en la escuela y el hospital, en la oficina y el taller, cuando estamos al volante y en casa, en el campo y el mar… Danos unos ojos de fe para reconocerte.

Buen estudiante

Señor, recuérdame con frecuencia
la obligación que tengo de estudiar,
hazme responsable:
Que santifique mi trabajo de estudiante.
Que prepare bien mi misión en la vida.
Que sepa agradecer el privilegio de poder estudiar.
Que me capacite a conciencia.
Que haga rendir mi juventud.
Que haga una buena sementera de mi inteligencia.

Zaqueo

Señor, quiero subir a lo alto,
para verte y que me veas,
obedecer tus mandatos
y que mi amigo tú seas.

Señor, ven a mi hogar,
cena conmigo esta noche,
porque yo te quiero amar
y seguirte sin reproche.

Salir de la vulgaridad,

Señor:
Quiero salir de la vulgaridad,
romper las cadenas del miedo,
el anonimato de la masa
y el hastío de los indecisos;
dar un paso adelante,
mantener la dignidad
y abrir caminos de esperanza,
como Tú.

Despiertanos, Señor

Señor, queremos estar en vela, pero en muchas ocasiones nos dormimos.

Despiertanos, Señor,
para descubrir tu presencia a nuestro lado,
para abrirte las puertas de nuestra casa,
para acoger tu amor, tu ternura, tu fuerza,
para sentarme a tu mesa y saciar mi hambre de felicidad.

Despiertanos, Señor, para encontrarte en los niños, en los pobres, en los que necesitan amor,
para amarte y servirte en los que han perdido la esperanza,
para aprovechar todas las oportunidades de compartir la alegría de la fe, de ser hijo tuya. Amén.

Señor, conviértenos a ti

Señor, queremos convertirnos a ti...
no a mí, no a ser yo mejor...

Señor, queremos dejar de mirarnos a nosotros
y empezar a mirarte a ti.

Señor, queremos convertirnos a ti,
no a cambiar yo de vida, con mis fuerzas y
con mis conquistas autosuficientes.

Quédate conmigo este día

Señor, quédate conmigo durante este día y guía mis pensamientos y deseos, mis acciones y mis proyectos.
Guía mis pasos para que caminos ligeros al encuentro de los cansados y desanimados.
Guía mis manos para que acompañen a aquellos que se perdieron en el camino.
Abre mis brazos para que pueda abrazar a los que se sienten solos y sin esperanza.

Dios desconcertante

Señor:

Que quienes te buscan a tientas,
te encuentren;
que quienes dudan una y mil veces,
no desistan;
que quienes se extravían en su camino,
vuelvan;
que quienes creen conocerte y poseerte,
sigan buscándote.

Por las familias

Señor, que ninguna familia comience de repente,
y que ninguna familia se acabe por falta de amor.

Señor, que ninguna familia se albergue debajo del puente,
y que nunca falte el trabajo, el respeto y la alegría.

¿Para qué habré nacido?

Señor que lo quisiste: ¿Para qué habré nacido?
¿Quién me necesitaba,
quién me había pedido?
¿Que misión me confiaste?
Y ¿por qué me elegiste,
yo, el inútil, el débil,
el cansado...? El triste.

Amar como tú

Señor, que el misterio de tu nacimiento nos ayude amar como Tú: desde la sencillez, la humildad, la pobreza, la cercanía, la ternura y la paz.

Señor, que tus palabras y tus milagros nos animen a amar con Tú: animando a los desilusionados, curando a los enfermos, perdonando a los que nos hacen daño, acompañando a los que están solos, acogiendo a los rechazados.

Guardar la propia vida

Señor,
¡qué difícil es no intentar
guardar la propia vida!
A fin de cuentas es lo único que tenemos.
Quizás no hemos entendido aun que nuestra vida no es nuestra sino tuya,
que somos un regalo,
que nos quieres incondicionalmente,
que somos creados por ti a tu imagen y semejanza.

Por los periodistas

Señor:
Pon en la frente de todos los que escriben, una proa que enfile el buen puerto que eres, y asegura a su nave un paisaje completo de obreros y operarios, estudiantes y madres, profesores y chicas.

Que a su vez, en el trato y al margen del oficio sean semilla noble de ejemplo y de ternura.

Como tú

Señor, perdóname,
porque muchas veces trato a los demás como ellos me tratan a mí;
me dejo llevar por lo que me apetece en cada momento.
Tú, en cambio, no me tratas como merecen mis pecados:
tu amor desborda todos mis merecimientos y deseos.

Coherencia

Señor, parece que quiero ser distinto a los demás,
pero tú y yo sabemos que no soy tan original.

Quiero cuidar mi interior,
pero vivo deprisa y dedico poco tiempo a pensar y a rezar,
como la mayoría.

Llenos de valores

Señor, Padre nuestro,
nos has llenado de valores, de talentos.
Nos has dado la vida
y nos la conservas.
Cada día nacen en nosotros
nuevas ilusiones, nuevas alegrías,
nuevos amores, nuevos proyectos.

Tentaciones

Señor, Padre Nuestro, no nos dejes hacer y decir lo que otros quieren,
ayúdanos a hacer el bien, a decir la verdad.

Padre Nuestro, no nos dejes caer en la tentación de arrinconarte,
pensando que Tú eres un estorbo para nuestra libertad.

Pedir perdón y fortaleza

Señor, Padre bueno,
como el mendigo espera la limosna,
así esperamos tu palabra y tu favor.
Desde que el ser humano se despego del animal,
llevamos un largo recorrido por la tierra
entre la sangre derramada de otra persona.

Página en blanco

Señor, otra vez bajo mi mano un papel blanco.
Conforme escribo parece que va naciendo la vida,
cada vez más intensa.

Sobre la vida en blanco que me has dado,
voy escribiendo cada segundo mi pensar, mi sentir, mi vivir
como mensaje de luz o tinieblas,
como canto o grito, como sonrisa o llanto.

Mi vida es una página. Cada letra es mi firma.
Señor en el papel llego a ver también a los demás,
a miles de rostros, familiares unos y anónimos muchos más,
con gestos que a veces me imagino al mirar y mirarse en mi página.

Yo sé, Señor, que para ti todas nuestras páginas
son sumamente interesantes.
Yo sé que guardas fotocopia de todas como si fueran obras de arte.
Las guardas como la foto del hijo.

Para ti, la papelera no existe, porque para ti, que nos amas,
cada escrito, por sucio y de poca calidad que parezca,
es una reliquia.

Al final de esta página algunos, los listos y sabios me dirán:
"Has emborronado una página".
Los sencillos probablemente digan:
"Gracias, porque has puesto corazón en esas líneas que dan luz y calor".
Mis amigos dirán:
"Gracias, ya tengo algo más de tu vida".
Y tú, Señor, sé que dirás:
"Esta página la guardo junto al corazón
porque la hemos escrito entre los dos,
y, gracias porque me has dejado escribir esto
en la página de tu vida".

Sin privilegios

Señor, nos tomaste en serio.
Te encamaste sin privilegios,
para ser como nosotros.
Plantaste tu tienda a nuestro lado,
para andar con nosotros el camino.
Viviste entre conflictos y pobre,
para que nadie se llevara a engaños.

En vela

Señor,
nos quieres en vela,
despiertos, atentos, sin perdernos una,
con los ojos fijos en ti y en el mundo en el que vivimos,
en las personas que gozan y sufren a nuestro lado;
porque Tú estás presente en todo lo que sucede
y nos hablas desde cada acontecimiento.

Envío

Señor, nos has llamado de nuevo. No por ser los mejores, ni los más listos, ni los más fuertes. Nos llamas porque nos quieres, porque quieres hacernos felices. Confiaste en nosotros, te vuelves a fiar, a pesar de que no lo hicimos todo bien. Nos llamas y nos envías: ¡Poneos en camino!

Tenemos miedos y a veces nos cansamos, nos asalta la duda, la tentación y no encontramos sentido al trabajo. Mucha gente no nos entiende, nos critica y llega el desánimo. Tú nos lo habías advertido: “Os envío como ovejas en medio de lobos”.

El regalo de ser llamados

Señor, nos has llamado de nuevo.
No por ser los mejores, ni los más listos,
ni los más fuertes.
Nos llamas porque nos quieres,
porque quieres hacernos felices.
Confiaste en nosotros, te vuelves a fiar,
a pesar de que no lo hicimos todo bien.

Unidad

Señor, nos has hecho distintos, pero nos quieres unidos.
En cambio, nosotros levantamos demasiadas barreras, más grandes y más pequeñas, que nos separan:
- Yo soy de Pablo, tú eres de Apolo;
- Yo soy colchonero, tú del Barça;
- Yo soy de izquierdas, tú de derechas;
- Yo soy de la Ser, tú de Onda Cero;
- Yo soy de la Sexta, tú de 13 tv;
- Yo soy de esta tierra; tú eres extranjero;
- Yo soy cristiano, tú eres musulmán;
- Yo soy ateo; tú eres creyente;
- Yo soy de Juan Pablo II, tú de Francisco
- Los míos son los buenos; los tuyos los malos.

Nos hundimos

Señor, ¿no te importa que nos hundamos?
Las olas son más grandes que nosotros:
las olas del miedo y la duda,
las olas de la tristeza y la desesperanza,
las olas del egoísmo y la indiferencia.
Tantas olas, Señor...

Me has seducido

Señor, no soy nada.
¿Por qué me has llamado?
Has pasado por mi puerta y bien sabes
que soy pobre y soy débil.
¿Por qué te has fijado en mí?

Me has seducido, Señor
con tu mirada.
Me has hablado al corazón y me has querido.
Es imposible conocerte y no amarte.
Es imposible amarte y no seguirte.

¡Me has seducido Señor!
Señor, yo te sigo
y quiero darte lo que pides
aunque hay veces que me cuesta darlo todo.
Tú lo sabes, yo soy tuyo. Camina, Señor, junto a mí.

Señor, hoy tu nombre es más que palabras:
es tu voz que hoy resuena en mi interior
y me habla en el silencio.
¿Qué quieres que haga por ti?

canción del grupo Kairoi

Agradecer la vida

Señor, no sé bien por qué hoy quiero agradecerte
todo lo que Tú me has dado y tengo:
lo que me hace vivir y ser feliz,
lo que me permite creer y esperar,
lo que me da fuerzas para amar y descansar.

Corrección fraterna

Señor, no nos dejes caer en el "ojo por ojo" o en el "diente por diente";
no permitas que me deje llevar por la rabia o por los deseos de venganza.
Ayúdame a seguir amando a quién se equivoca, a quien me hace daño;
Dame sabiduría para convertir el dolor en compasión afectiva y efectiva.

Dolor o indifierencia

Señor, no estamos ya atentos al mundo en que vivimos, no nos preocupamos,
no protegemos lo que Dios ha creado para todos
y no somos capaces siquiera de cuidarnos los unos a los otros.

Señor, vemos al hermano medio muerto al borde del camino, quizás pensamos “pobrecito”,
y seguimos nuestro camino, no nos compete;
y con eso nos quedamos tranquilos, nos sentimos en paz.
La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en nosotros mismos,
nos hace insensibles al grito de los otros.

Nada me turba

Señor, nada me turba, nada me espanta.
Todo se pasa, pero Tú no te mudas.
a quien está contigo, nada le falta.
Sólo Tú bastas.

Vienen desamparos, cruces, desgracias;
siendo Tú mi tesoro, nada me falta.
venga lo que venga, Tú estás conmigo,
nada me espanta.
La gloria del mal es gloria vana;
nada tiene de estable, todo se pasa.

¿Por qué me cuesta tanto encontrarme contigo?

Señor, muchas veces me pregunto:
¿por qué me cuesta tanto encontrarme contigo?
Sé que la oración es un encuentro gozoso;
he experimentado cómo la oración multiplica mis alegrías y alivia mi tristeza;
pero en muchas ocasiones, me canso de estar bien;
algo me paraliza por dentro y, en vez de acercarme a Ti, me alejo.
En demasiados momentos, cuanto más te necesito, más me encierro en mí mismo.

El fariseo y la pecadora

Señor, muchas veces me parezco al fariseo del Evangelio. Juzgo y condeno con dureza a los demás. No soy agradecido contigo, porque en el fondo creo que no te debo nada, que gano con mi esfuerzo todo lo que tengo, que merezco todo lo que me das. Señor, perdona y cura mis ojos ciegos y mi corazón orgulloso y prepotente.

Mira nuestras manos

Señor, mira nuestras manos
que quieren construir
una sociedad más humana,
donde la vida de todos sea posible.

Mira nuestras manos,
que se unen para crear confianza
y más solidaridad en todo el mundo,
donde los hombres trabajan juntos.

Mira nuestras manos, que quieren hacer posible
un tiempo libre más creativo,
que fomente las relaciones entre los jóvenes
y nos haga crecer como personas,
cada vez más cerca de Jesucristo.

Caminos de esperanza

Señor, mira a tu Iglesia que hace camino.
conscientes de nuestra debilidad
y de la necesidad de renovarnos,
te pedimos:

Permanece con nosotros
en estas horas de trabajo,
para que, escuchándonos mutuamente
y a la luz de tu Palabra,
sepamos encontrar caminos de esperanza.

Vivo deprisa

Señor, mi vida no es vida auténtica. Porque vivo deprisa, porque huyo del silencio, porque prefiero tener a ser, pongo condiciones, porque sospecho de Ti, Señor; porque aborrezco el riesgo de optar y renunciar.

Oración del estudiante

Señor, mi principal tarea es mi formación como persona. Sin embargo, me aburro. A veces prefiero el juego, la televisión, internet. Ayúdame a entender que necesito prepararme para la vida. Si la existencia se puede comparar a un campeonato en el mundo y frente al mundo, es claro que el entrenamiento, duro y exigente, es necesario. Renunciar al esfuerzo de la formación de mi mente, de mi voluntad, de mi corazón es negarme al futuro, negar mi realización como persona en la comunidad.

Gratitud y disponibilidad

Señor, mi corazón rebosa de agradecimiento
por tantos dones y bendiciones tuyas.
No bastaría el centro del corazón y de los labios,
si no pusiera mi vida a tu servicio,
para darte testimonio con mis acciones.
A Tí gratitud y la alabanza.

Mi corazón no es ambicioso

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como eran en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 130

Decir la verdad

Señor, ¿merece la pena decir la verdad?
¿trae cuenta renunciar a caprichos?
¿tiene sentido ser generoso y compartir?
¿qué voy a recibir por ser buen cristiano?
¿qué me vas a dar por seguirte?

Quiero verte cuando caminas conmigo

Señor, me doy cuenta que todo lo que me pides es un simple ‘sí’, un simple acto de confianza para que, de ese modo, la elección que tú haces por mí dé frutos en mi vida.

Nueva jornada

Señor:
Me cuesta comenzar este día,
porque se que es una nueva tarea,
un nuevo compromiso,
un nuevo esfuerzo.

Pero quiero comenzarlo con entusiasmo,
con alegría reestrenada,
con ilusión nueva.
Se que estas a mi lado:
en mi familia,
en mis amigos,
en las cosas,
en mi propia persona.

Comenzamos semana

Señor:
me cuesta comenzar esta semana,
porque supone una nueva tarea,
un nuevo compromiso,
un nuevo esfuerzo.

Caminos de sorpresa

Señor, los caminos de la vida
están llenos de sorpresas,
y más si vamos por la periferia
siguiendo tus huellas;
pues aunque tratemos de ocultarlos,
antes o después, se hacen presentes
quienes están condenados,
por nuestras leyes y costumbres,
a ser invisibles.

Leproso agradecido

Señor,
los caminos de la vida
están llenos de sorpresas,
y más si vamos por la periferia
siguiendo tus huellas;
pues aunque tratemos de ocultarlos,
antes o después, se hacen presentes
quienes están condenados,
por nuestras leyes y costumbres,
a ser invisibles.

Limpia mi corazón

Señor, limpia mi corazón y llénalo de amor, para que descubra…
que no hay razón para levantar barreras y para ninguna clase de discriminación;
que no hay razón para el fanatismo; para maldecir y condenar a nadie;
que hay razón para tender puentes, dar a todos la paz y trabajar por la paz.

Líbrame de la codicia

Señor, líbrame de la codicia de tener mucho dinero y hazme generoso, como Tú.
Líbrame de la codicia de acaparar mucho poder y hazme servicial, como Tú.
Líbrame de la codicia de desear muchos caprichos y hazme austero, como Tú.
Líbrame de la codicia de ser famoso y hazme pasar por uno de tantos, como Tú
Líbrame de la codicia de poseer a las personas y ayúdame a buscar la libertad de todos, como Tú.
Líbrame de la codicia de querer ser el mejor y hazme ser hoy mejor que ayer, con tu ayuda.
Líbrame de la codicia de buscar continuamente el placer y haz que busque sólo el Amor, contigo.
Líbrame de la codicia de hacer muchas cosas y ayúdame a cumplir la voluntad del Padre, como Tú.
Líbrame de la codicia de pretender ser un salvador y hazme humilde colaborador tuyo.

No os libréis de la codicia de ser felices y de transmitir la alegría de la fe.

Mirar a Jesús

Señor, levantamos los ojos hacia Ti
con una mezcla de vergüenza y confianza.
Tu mirada nos transforma y nos cura.

Te miramos recién nacido en Belén.
Tu pequeñez cura nuestras ambiciones
y en nuestro corazón crece la ternura.

No tengáis miedo

Señor, las catástrofes y las guerras encogen mi corazón.
En el mundo hay demasiada injusticia, demasiada violencia.
Me llega al corazón el sufrimiento de los pobres y los inocentes.
Hasta en las familias y en la Iglesia falta entendimiento.
En mi corazón se acumulan tristezas y fracasos.
Y mi pobre esperanza se seca, como una hoja en otoño.

Ladrones

Señor:
Ladrones los hubo y los hay
en las plazas y mercados,
en los cruces de caminos,
en los tugurios y bancos,
en las tertulias y asambleas,
en las mejores familias,
en los palacios y en las iglesias
y hasta en el Calvario más sagrado.

Encrucijada

Señor, la vida está llena de encrucijadas,
llena de caminos que se abren a mi paso;
aunque a veces no soy consciente
y elijo sin pensar, sin darme cuenta,
dejándome llevar por la rutina, por la pereza,
por la prisa, por lo que otros esperan de mí…

Odres nuevos

Señor, la novedad nos da siempre un poco de miedo;
nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control,
si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida,
según nuestros esquemas, seguridades, gustos....

Creación expectante

Señor, la creación, expectante, está aguardando
la liberación de toda clase de esclavitud y corrupción.
La creación entera está gimiendo, con dolores de parto,
esperando el alumbramiento de un mundo nuevo,
la plena manifestación de los hijos de Dios.

Conversión

Señor Jesús, yo me coloco en Tu presencia en oración, y confiado en Tu Palabra abro totalmente mi corazón a Ti.

Reconozco mis pecados y Te pido perdón por cada uno. Yo Te presento toda mi vida, desde el momento en que fui concebido hasta ahora. En ella están todos mis errores, fracasos, angustias, sufrimientos y toda mi ignorancia de Tu Palabra.

Por los internautas

Señor Jesús,

Tu voz calma las aguas en el mar de Galilea. Regálame tu voz, regálame tu acento y guíame a través del mar del nuevo milenio, este mar inmenso que todos llamamos Internet.

Frente a esta pantalla desfilan los dolores y las esperanzas, los gozos y las angustias de millones y millones de mis hermanos. Las noticias, las empresas, las conversaciones y los correos son otras tantas puertas que me acercan a las historias y los corazones de tus hijos, aquellos por los que tú, Jesucristo, rogaste con lágrimas en Getsemaní y con tus llagas y sangre en el Calvario.

Un nuevo estilo de vivir

Señor Jesús, Tú nos propones un nuevo estilo de vivir.
Frente al interés egoísta, predicas y vives la gratuidad.
Tú te acercas sobre todo a los pequeños, a los pecadores,
a los pobres, a los niños, a las mujeres, tan marginadas.

Por los abuelos y ancianos

Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María,
hija de San Joaquín y Santa Ana.
Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
¡Protégelos! son una fuente de enriquecimiento
para las familias, para la Iglesia
y para toda la sociedad.

Santiago Apóstol

Señor Jesús, Tú me llamas, como llamaste a Santiago, cuando estaba en la barca con su padre y su hermano. Y yo quiero responderte como él, sin excusas, sin dejarlo para mañana; quiero responder a tus llamadas, a las llamadas de la conciencia y de los hermanos, con prontitud, inmediatamente.

Por los sacerdotes

Señor Jesús, tú has elegido a algunos para que continúen tu misión de maestro, sacerdote y pastor. Tú los acompañas, para que encuentren alegría y felicidad en la misión que les confías.

Qué tus sacerdotes, Señor, anuncien la Palabra de Dios. Qué lean y mediten asiduamente tu Palabra, para creer lo que han leído, para enseñar lo que aprendieron en la fe y vivir lo que han enseñado.

Por la paz

Señor Jesús, tú guías sabiamente
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.

A Jesús Obrero

Señor Jesús, te ofrecemos todo el día:
nuestro trabajo, nuestras luchas,
nuestras alegrías y nuestras penas.

Concédenos, como a nuestros
hermanos de trabajo,
pensar como Tú,
trabajar contigo
y vivir en Tí.

Ascensión

Señor Jesús, subiste al cielo, junto al Padre, para poder estar cerca de todos, no sólo de unos pocos. Ayúdanos a sentir tu presencia que nos acompaña, nos anima, nos envuelve de amor.

Sólo Tú

Señor Jesús, sólo Tú eres el Sol, pero yo puedo ser como la luna.

Sólo Tú eres la luz, pero yo puedo reflejarla a todos.

Sólo Tú puedes dar la vida; pero yo puedo ayudarte a transmitirla.

Sólo Tú puedes dar la fe, pero yo puedo dar testimonio.

Sólo Tú eres el autor de toda esperanza, pero yo puedo ayudar a encontrarla a mis amigos.

Sólo Tú eres el Camino, pero yo puedo ser el dedo que lo señala.

Sólo Tú eres Amor, pero yo puedo compartir el cariño que recibo de Ti.

Sólo Tú eres fuerte, pero yo puedo apoyar mi debilidad en tu fortaleza.

Ven y verás

Señor Jesús,
ser cristiano no es una teoría,
es una experiencia,
Es un encuentro contigo,
Es acoger el Amor del Padre.
Es dejarse llevar por el Espíritu.
Es vivir como hermanos.
Es seguir el camino de la entrega.
Es dejarme llevar por Ti.
Es abrazar la cruz del amor.
Es gozar ya de la resurrección.

Roca y arena

Señor Jesús, sé que Tú eres la única roca firme sobre la cual debo construir mi vida. Solo Tú le puedes dar auténtico sentido a todas mis actividades, y junto a Ti no hay batalla ni lucha que no pueda vencer.

Preparar tu venida

Señor Jesús, quiero preparar tu Venida.
Y me ofreces este Adviento
como una nueva oportunidad
para abrir mi corazón a tu amor,
para dejarme transformar con tu gracia
y modelar por tus manos cariñosas,
que me hacen más humano,
más cercano a mis hermanos,
más entregado, más amoroso
y más parecido a Ti.

Fuerza para optar

Señor Jesús, quiero pedirte fuerza para optar.
Fuerza para optar como persona, como hombre.
Fuerza para optar por una fe recia en Ti.
Fuerza para optar por la comunidad en que vivo.
Fuerza para optar por tu proyecto de solidaridad.
Fuerza para optar por los necesitados de ayuda.
Fuerza para optar por una vida sin término.
Fuerza para optar a recomenzar siempre de nuevo.

Un corazón vacío

Señor Jesús, queremos un corazón vacío, desinstalado.

Señor Jesús, ábrenos el corazón a la escucha.
Ábrenos el corazón desde la soledad, desde el silencio.
Ábrenos el corazón al contacto de tu Palabra.
Ábrenos el corazón al soplo de tu Espíritu.

Confianza en la contrariedad

Señor, Jesús, que supiste dar testimonio de tu confianza en Dios, especialmente en los momentos de dificultad: en el cansancio de los caminos de Judea, en la predicación estéril a tus propios convecinos, en la asechanza constante de los fariseos, en la angustia y la soledad de huerto de los olivos, en la traición de los amigos, en el camino doloroso y humillante hacia el Gólgota, en la agonía de la muerte, en el sin-sentido, en la oscuridad…

Por los sacerdotes

Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento,
que quisiste perpetuarte entre nosotros
por medio de tus Sacerdotes,
haz que sus palabras sean sólo las tuyas,
que sus gestos sean los tuyos,
que su vida sea fiel reflejo de la tuya.

Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres
y hablen a los hombres de Dios.

Que no tengan miedo al servicio,
sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.

Nosotros en ti, tú en nosotros

Señor Jesús, nos llevas en tu corazón y quieres vivir en el nuestro; para ser el amigo más cercano, el amor más íntimo, la alegría más profunda, la paz más segura.

Jesús

¡Señor Jesús!
Mi Fuerza y mi Fracaso
eres Tú.
Mi Herencia y mi Pobreza.
Tú, mi Justicia,
Jesús.
Mi Guerra
y mi Paz.
¡Mi libre Libertad!
Mi Muerte y Vida.

Por los pobres

"Señor Jesús, hermano de los pobres,
frente al turbio resplandor de los poderosos
te hiciste impotencia.
Desde las alturas estelares de la divinidad
bajaste al hombre hasta tocar el fondo.
Siendo riqueza, te hiciste pobreza.
Siendo el eje del mundo
te hiciste periferia, marginación, cautividad.

Por la comunidad

Señor, Jesús, haznos una comunidad abierta,
confiada y pacífica, invadida por el gozo de tu Espíritu Santo.
Una comunidad entusiasta, que sepa cantar a la vida,
vibrar ante la belleza, estremecerse ante el misterio
y anunciar el Reino del amor.

Por la paz

Señor, Jesús:
evangelio de vida y paz,
defensor de la dignidad humana,
buen samaritano,
víctima de nuestras injusticias e ideologías, .
 haz de mí un instrumento de tu paz!

Busco tu rostro

Señor Jesús, eres luz para mi camino,
Eres el Salvador que yo espero.
¿Por qué esos miedos ocultos? ¿A quién temo, Señor?
La vida es como una encrucijada,
Y a veces, indeciso, no sé por dónde ir.
Creo en ti, Señor Jesús. Tú eres la defensa de mi vida
¿Quién me hará temblar?

Asunción

Señor Jesús, en tu resurrección, venciste a la muerte
y abriste las puertas de la vida eterna, eternamente feliz,
puertas que ha traspasado la Virgen María, nuestra madre,
al ascender en cuerpo y alma a la Casa del Padre.

Os bautizará con Espíritu

Señor Jesús,
con estas palabras empieza San Marcos,
el primero de los evangelistas,
su testimonio que nos transmite el recuerdo
y el impacto que produjo tu vida
y tus Palabras en aquellas
primeras comunidades.
Su Evangelio, su Buena Noticia
fue tu vida, Señor Jesús, toda tu persona.
Marcos fue el primero que nos ofrece
algunos aspectos más importantes
de tu vida para aquellas primeras comunidades
cristianas.

Escuchar como María

Señor Jesús, como a María,
enséñame a sentarme a tus pies para escuchar tu palabra.
Dame aquella auténtica sabiduría
que busca tu voluntad mediante la plegaria
y la meditación, a través del contacto directo contigo,
más que por razonamientos mentales o por la lectura de muchos libros.

Puerta estrecha

Señor Jesús, ayúdame a entrar decidamente, por la puerta del Evangelio. Llevo mucho tiempo siendo cristiano, pero no acabo de pensar como Tú, sentir como Tú, rezar como Tú, arriesgar como Tú, tratar a los pobres como Tú, renunciar como Tú, compartir como Tú, entregarme como Tú... En definitiva, no me atrevo a amar como Tú. Qué tu Espíritu me dé el empujón que necesito para vencer la pereza y la mediocridad, y entrar cada día con mayor profundidad en tu Reino.

Auméntanos la fe

Señor Jesús, auméntanos la fe. Enséñanos que la fe no consiste en creer en algo, sino en creer en ti. Ayúdanos a amarte y dejarnos amar por ti, a dejar que crezcas en nuestra vida, a abrirnos a tu Espíritu, sabiendo que tú, nuestro Maestro y Señor, eres lo primero, lo mejor, lo más valioso que tenemos.

Al pie de la cruz

Señor Jesús,
aquí nos tienes reunidos al pie de la Cruz,
con tu Madre y el discípulo que Tú amabas.
Te pedimos perdón por nuestros pecados
que son la causa de tu muerte.
Te damos gracias por haber pensado en nosotros
en aquella hora de salvación
y habernos dado a María por Madre.

He venido a prender fuego en el mundo

Señor Jesús, a veces creo que eres un adorno bonito,
un amigo que siempre dice lo que quiero oír,
un poeta que alegra mi vida sin cambiarla.

Nos has dado la vida para gastarla

Señor Jesucristo, nos da miedo entregar la vida sin reservas.
Un terrible instinto de conservación nos lleva hacia el egoísmo,
y nos atenaza cuando queremos jugarnos la vida.
Tenemos seguros por todas partes para evitar los riesgos.
Y sobre todo está la cobardía...
Pero la vida Tú nos la has dado para gastarla;

jueves, 17 de diciembre de 2015

Ven conmigo

Señor, Tú no dejas de enviarme mensajes, pero no siempre los quiero recibir. En muchos momentos ahogo tus llamadas con música, con amigos, con ruido, con un sinfín de actividades... Y a veces siento un gran vacío, aunque a los demás les parezca que mi vida está llena.

Tú nos elegiste

Señor Jesucristo, estaba esperando este momento desde hace mucho tiempo. Necesitaba un rato a solas para hablar contigo y, sobre todo, para escucharte. La verdad es que, si soy sincero, Tú no dejas de enviarme tus mensajes. Lo que pasa es que no siempre los quiero recibir. A veces los ahogo con música, con amigos, con ruido... Pero, - no te lo puedo negar - siento un gran vacío, aunque a los demás les parezca lo contrario.

 En cambio, cuando luego viene tu invitación serena, se inunda el corazón de luz y de paz: «Sígueme». En cuanto en lo profundo de mi conciencia percibo esa invitación, mi corazón se estremece pues sé que entre cientos, entre miles de jóvenes has puesto tu mirada en mí. Pero, ¿por qué, Señor, por qué a mí? ¿Qué tengo yo de especial para que me llames a seguirte a ser tu discípulo predilecto? Entonces me viene a la mente la escena del llamamiento de los primeros discípulos y me digo a mí mismo: «Bueno, ¿y qué tenían de especial Pedro, Santiago, Juan, Andrés. ? ¿No eran hombres como los demás? ¿No tenían pecados como los demás? ¿No eran débiles, traidores y cobardes, como los demás?».

Fraternidad

Señor Jesucristo,
columna de unidad
y rey de la fraternidad.
Envíanos cada mañana
una ráfaga de tu espíritu.
Derriba los muros de separación
levantados por el egoísmo,
el orgullo y la vanidad.
Aleja de nuestra casa
las envidias que siembran discordias.
Líbranos de las inhibiciones.
Sosiega los impulsos
y cólmanos de serenidad.

Ven y guíanos

Señor Jesucristo, Camino, Verdad y Vida,
rostro humano de Dios y rostro divino del hombre,
enciende en nuestros corazones el amor al Padre,
que está en el cielo y la alegría de ser cristianos.

Humildes y confiados

Señor: Hoy venimos ante Tí,
con confianza.

Con nuestra confianza de hombres
que se sienten limitados
e incapaces de realizar
todo lo que pasa por su imaginación.

Cumpleaños

Señor, hoy quiero darte gracias por el regalo de la vida.
Gracias porque has trazado mi camino
y me has conducido con amor de Padre;
me has tomado de la mano,
aunque no siempre he percibido tu presencia a mi lado.

Memoria agradecida de las mujeres

Señor, hoy queremos hacer memoria agradecida de muchas mujeres que se dejaron transformar por tu Espíritu de Vida:

Recordamos a Sara, quien con Abraham contestó a tu llamada de dejar su tierra natal y poner su fe en una alianza con el Señor. Gracias por su fe.

Golpes a mi puerta

Señor, hoy he escuchado tus golpes a mi puerta,
fuertes pero delicados,
inesperados pero inconfundibles
("He aquí que estoy a la puerta y llamo":
"Ya es hora de despertar").

Encontrar mi vocación

Señor, hazme una persona mejor,
más considerada con los demás,
más honesta consigo misma,
más fiel a Ti.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Misericordia con los que sufren

Señor,
hazme un instrumento eficaz
de tu misericordia.

Señor, bendice mi mente
para ser sensible al dolor
de los enfermos y sus cuidadores;
para reconocer mi enfermedad.

martes, 15 de diciembre de 2015

Necias y sensatas

Señor, hazme diligente en la fe,
Cura mi pereza y hazme entender que…
nadie puede velar en lugar de mí,
nadie puede amar en lugar de mí,
nadie puede rezar en lugar de mí,
nadie puede aprender en lugar de mí,
nadie puede caminar en lugar de mí
nadie puede sufrir y gozar, en lugar de mí
nadie puede vivir en lugar de mí.
La existencia no admite representaciones.

Despiértanos del sueño de una vida superficial,
Que cada día llenemos nuestras lámparas
en la oración, en los sacramentos, en la comunidad cristiana,
con el cariño de quienes nos quieren bien
y en el servicio a las personas que nos necesitan.
para que podamos verte, reconocerte y acogerte,
para que tú puedas compartir con nosotros tu alegría y tu paz.
Amén.

Testigo y servidor de la verdad

Señor, hazme buscador incansable de la verdad,
que no me conforme con mis verdades,
que me abra a las verdades de los hermanos
y a la Verdad con mayúscula que Tú me ofreces;
que cada día descubra quién eres Tú,
quién soy yo para ti y para el mundo.

Por la comunidad

Señor, haz que tus dones se hagan vida en nuestra Comunidad. Necesitamos personas que sepan escuchar. Personas que crean la paz. Personas que construyen la unidad y la comunidad,  que equilibran y reconcilian,  que dan testimonio y que dicen la verdad,  sin lastimar.

Instrumento de tu paz

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, que yo ponga amor.
Donde haya ofensas, que yo ponga perdón.
Donde haya discordia, que yo ponga unión.
Donde haya error, que yo ponga verdad.
Donde haya duda, que yo ponga fe.
Donde haya desesperanza, que yo ponga esperanza.
Donde haya tinieblas, que yo ponga luz.
Donde haya tristeza, que yo ponga alegría.

Comunicación

Señor, haz de mí
instrumento de tu comunicación.
Donde otros envían bombas y destrucción,
que yo lleve una palabra de unión.
Donde tantos procuran ser servidos,
que yo lleve la alegría de servir.

Traer una buena noticia

Señor, has venido a traer una buena noticia
a pobres, marginados y vencidos.
Has puesto sus gritos en tu boca,
asumes sus reivindicaciones hasta sufrirlas en tu carne,
y vienes a hacerlas fructificar, y llenarlas de amor,
más allá de sus utopías y de toda esperanza.

Como los magos

Señor, has puesto en nuestro corazón el deseo de ser felices,
la esperanza de disfrutar cada día un amor más grande,
el sueño de vivir en un mundo nuevo, en el que reine la paz.
Sólo Tú, Señor, puedes darnos esa felicidad, ese amor y esa paz.

Para encontrarte, hay que dejar comodidades, rutinas y egoísmos
y ponernos en camino, como los magos de Oriente;
hay que tener unos ojos limpios, para reconocerte
en un bebé, en cada persona, en el pan que comulgamos.

Somos la obra de tus manos, Señor. Nos hiciste para Ti
y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Ti.

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Señor, has puesto en nuestro corazón el deseo de ser felices,
la esperanza de disfrutar cada día un amor más grande,
el sueño de vivir en un mundo nuevo, en el que reine la paz.
Sólo Tú, Señor, puedes darnos esa felicidad, ese amor y esa paz.
Somos la obra de tus manos, Señor. Nos hiciste para Ti
y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Ti.

Para encontrarte, hay que dejar comodidades, rutinas y egoísmos
y ponernos en camino, como los magos de Oriente;
hay que estar atentos para descubrir las estrellas
que brillan en nuestro corazón y nuestro mundo;
hay que tener unos ojos limpios, para reconocerte en un bebé,
en cada persona, en cada acontecimiento, en el pan que comulgamos.

Danos un corazón agradecido y generoso que sepa adorarte,
que sepa reconocer tu grandeza en el niño más pequeño y pobre
y ofrecerte con amor lo que sabemos, lo que tenemos, lo que somos.

Mi madre y mis hermanos

Señor, has dicho: Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra.

Gracias por considerarnos miembros de tu familia, porque quieres ser nuestro hermano, por darnos a María como madre.

Hijos de la luz

Señor, gracias por todos los dones que he recibido por ti. Gracias por la inteligencia, la creatividad, el ingenio... Qué sepa desarrollar estos talentos y ponerlos al servicio de la familia, de la comunidad, de la sociedad; al servicio de la verdad, de la justicia, de tu Reino.

Gracias por las personas

Señor, gracias por todas las personas que Tú envías
para ser portadores de tu presencia y tu mensaje,
con la palabra, la sonrisa, la mirada y la vida.

Bendita insatisfacción

Señor, gracias por las inquietudes, los vacíos y las insatisfacciones;
aunque no nos gusten, porque nos incomodan y descontrolan.
Gracias porque nos impulsan a madurar, a amar más y mejor,
porque nos animan a buscarte, a encontrarte y adorarte.
Ayúdanos a descubrir tu presencia y tu llamada en esos momentos.

Vida, amor, salud, alegría

Señor, gracias, por darme la vida,
es el mayor regalo que he recibido.

Después ha sido el amor,
me lo diste y no lo desaproveché,
porque es un gran tesoro, que,
se recibe y no se debe dejar escapar.
Cuando uno está sola,
empieza a recordar a las personas que le rodean
y vuelven a ser dos las personas que están.

Se acerca la Navidad

Señor, estamos juntos, estamos contigo:
ha pasado ya el primer trimestre del curso,
y seguimos tratando de encontrarnos contigo.
reconocemos, Señor que nos cuesta, unas veces más que otras:
a veces venimos cansados, con pocas ganas de participar;
y así ocurre que muchas veces llamas a las puertas del corazón
y no nos enteramos, no disfrutamos de tu amistad.

Es lunes

Señor, es lunes. Comienzo la semana con sentimiento de...

Gracias por este nuevo día.

Gracias por todas las personas que hoy se ponen en pie para trabajar por sus familias, para construir un mundo mejor.

Gracias, Jesús, por el amor

Gracias, Jesús, por el amor de los amigos
que se saben acompañar,
en las buenas y en las malas,
que se alegran con los dones del otro,
y saben aconsejar
cuando el otro se equivoca.

Evangelio

Señor, enséñanos a orar sin olvidar el trabajo,
a dar sin mirar a quién,
a servir sin preguntar hasta cuando,
a sufrir sin perder la fe,
a progresar sin perder la simplicidad,
a hacer el bien sin pensar en resultados.

Enséñanos a orar

Señor, enséñanos a orar,
a hablar con nuestro Padre Dios;
Señor, enséñanos a orar,
a abrir las manos ante ti.

Discípulos y ciudadanos

Señor, enséñanos a mirar al cielo,
a gustar las cosas de arriba,
a guardar tus palabras,
a sentir tu presencia viva,
a reunirnos con los hermanos,
a anunciar tu mensaje,
a escuchar a tu Espíritu,
a sembrar tu Reino,
a recorrer tus caminos,
a esperar tu venida,
a ser discípulos.

Encajar la cruz

Señor, enséñanos a encajar la cruz de cada día; la cruz que exige el amor a los que más sufren y a todas las personas; la cruz que conlleva la lucha por la verdad, por la justicia, por la paz; la cruz que nos viene cuando somos fieles a Ti y a tu Evangelio.

Devolver bien por mal

Señor, enséñame a ser generoso
a dar sin calcular,
a devolver bien por mal,
a servir sin esperar recompensa,
a acercarme  al que menos me agrada,
a hacer el bien al que nada puede retribuirme,
a amar siempre gratuitamente,
a trabajar sin preocuparme del reposo.

Envejecer

Señor, enséñame a envejecer.

Convénceme de que no son injustos conmigo
los que me quitan responsabilidades,
los que ya no piden mi opinión,
los que llaman a otro para ocupar mi puesto,
los que confían en nuevos compañeros y amigos.

La fuerza del perdón

Señor, en tu Iglesia hemos experimentado nuestra fragilidad y la fuerza de amor,
nuestros juicios y la caricia de tu comprensión, nuestras condenas y el regalo de tu salvación,
nuestro pecado y la gracia de tu perdón, nuestra oscuridad y la claridad de tu luz,
Has creado en nosotros una esperanza nueva, nos has llamado a una vida más feliz.

Trigo y cizaña

Señor, en nuestro mundo hay injusticias y guerras,
muchos inocentes son rechazados y perseguidos,
pueblos enteros no tienen pan, casas, escuelas, hospitales…
Tu Evangelio y tu Iglesia desaparecen en el olvido.
A veces parece que vamos de mal en peor.
Dudamos. Nos desanimamos.

Trigo y cizaña

Señor, en nuestro mundo, en tu Iglesia, en todas las personas, en mí, siembras trigo bueno, semillas de amor, de esperanza, de justicia y de paz. Dame una mirada limpia para reconocer todo lo bueno que ha nacido y crecido en el mundo, en la Iglesia, en cada persona y en mí mismo. Dame un corazón que sepa decir: “gracias”.

Un denario para todos

Señor, en muchas ocasiones nos pareces injusto.
Estamos convencidos de que nos tratas mal.

Pagas lo mismo al que ha trabajado todo el día
que al que se ha esforzado sólo una hora.

Pagas lo mismo al que te ha servido toda su vida
que al que se ha incorporado en el último momento.

Señor, enséñanos a comprender tu lógica, tu justicia, tu corazón.
Tú no mides el trabajo realizado, sino la decisión de ir a hacerlo.

Mides el premio mucho más por el amor que sientes hacia los trabajadores
que por el fruto que hayamos conseguido.

Valoras más la entrega del corazón
que el sudor de las manos.

Ayúdanos a entender que, por mucho que hagamos, Tú no nos debes nada.
Tu amor y tu premio son siempre gratuitos, inmerecidos, desbordantes.

Miguel, Rafael y Gabriel

Señor, en la fiesta de los santos ángeles,
dame un corazón y una mirada de niño,
que sepa sorprenderse y acoger
a tantos ángeles que me acompañan,
me protegen, me guían y me cuidan,
desde el cielo y desde la tierra,
sin hacer ruido, sin dejarse notar.

Nuevo Pentecostés

Señor, en este momento de nuestra vida,
queremos vivir un nuevo Pentecostés,
reunidos con María, nuestra madre.

Ser testimonio

Señor, en el atardecer de este día, escúchame.
Acepta mi ilusión de joven que se hace,
mi resolución de caminar fuerte,
de ser testimonio, de darme todo.
Sé que la alegría existe.
Sé que la luz brilla.
Sé que el amor une.
Y yo quiero ser alegría, luz y amor.

En la encrucijada

Señor,
Empiezo a caminar por mi cuenta
y tengo que elegir un camino
y acertar en él.

El mundo me ofrece sus caminos,
felices, fascinantes:
camino del dinero sin tregua,
de la diversión hasta asquearse,
de la lectura fácil
con olor a podrido,
el camino solitario, cerrado a los demás.
Aprovechar, sacar partido, vivir...

Pero, ¿es esto la vida....?
¿Es vivir la búsqueda insaciable deplacer...?
¿La satisfacción del cuerpo ahogando el espíritu...?
¿El placer que destruye la dignidad de la perosna y ahoga la libertad...?
¿Es vivir la búsqueda del placer como el único dios que deja
vacío y seco el corazón...?

Frente a esto, Tú me ofreces otro camino,
ME INVITAS A SEGUIR EL CAMINO DEL AMOR.
Amar como Tú.
Amor que es entrega de la vida.
Amor que es redención del oprimido,
establecimiento de la justicia, de la solidaridad.
Amor que es sinceridad, verdad, alegría, perdón,
amistad, grupo, comunidad.
Amor que salva y da sentido a la vida.
Amor que reconoce a Dios como PAdre
y a todos los hombres como hermanos.

Sé por donde quiero ir, Señor,
pero me veo demasiado atraído por este mundo que fascina.
Y me siento incapaz de enfrentarme a él.
EN ESTA HORA SUPREMA DE MI VIDA
DAME VALOR PARA SEGUIR TU CAMINO.

Retomar la tarea

Señor, el despertador ha sonado y comienza un día de trabajos y prisas, de encuentros y compromisos, de preocupaciones e ilusiones.

Me apetezca o no volver a la rutina, quiero aprovechar las oportunidades que se me presenten
para disfrutar del cielo, del viento, del paisaje, de las personas, del trabajo;
para aprender algo en cada conversación, en cada experiencia;
para sonreír, amar y servir a cuantos se encuentren conmigo.
Ayúdame, Señor.

El cielo proclama la gloria de Dios. Variación del salmo 18

Señor, el cielo proclama tu gloria
y el firmamento pregona la obra de tus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.

Como una bendición

¡Señor, dispón de mí según tu voluntad!
Haz que sea pies y manos para los cojos y los mancos,
ojos para los ciegos,
oídos para los sordos,
boca y lengua para los mudos,
voz para las víctimas de la injusticia.

Dios de misericordia

Señor, disculpa mis flaquezas,
mis caídas y silencios.
Dame otra oportunidad.
Olvida mis negaciones,
mi tibieza, mis eternas contradicciones.
Ábreme otra vez la puerta,
acógeme en tu casa
y en tu abrazo.
Tú, que sabes cómo soy.

Dios oculto y cercano

Señor Dios y Padre Nuestro;
tú no eres un Dios oculto en nuestras vidas;
sino que estás más cerca de nosotros que dos corazones
que se cruzan o dos vidas que se encuentran.
Pues en tu Hijo Jesús te hemos conocido,
y continuamos viviendo tu presencia
en el amor de los hermanos,
en nuestra fraternidad.

Dios cercano

Señor Dios y Padre Nuestro.
Tú eres un  Dios cercano a nuestras vidas,
saliéndonos al encuentro en la vida cotidiana
y principalmente en la experiencia comunitaria.
En tu Hijo Jesús te hemos conocido
y continuamos reconociendote en los hermanos,
en la humanidad entera,
y en todo el universo mundo.

Gracias por la liberación

Señor, Dios y amigo nuestro:
sabemos, ¡sí lo sabemos!
que combates a nuestro lado,
porque -a pesar de todo-
a pesar de nuestros males y pecados,
de nuestras infidelidades,
de nuestra pereza,
de nuestras pobres acciones,
estás con nosotros.
Por todo esto, Dios y amigo nuestro
te damos gracias infinitas.
Bendito seas,
¡ porque somos la libertad!
porque somos hermanos pequeños
de otros hermanos pequeños;
porque queremos amarte más;
porque tenemos corazones solidarios
con otros pobres que son también "poca cosa",
porque otros ojos oprimidos nos ven cercanos;
porque los poderosos nos miran como esclavos;
porque los corazones jóvenes
aguardan tu revolución;
porque esta revolución pasa por
sus manos,
por su trabajo,
pos su inteligencia,...
porque el dinero no es nuestro
máximo valor;
porque aunque aplasten nuestras cabezas,
nadie podrá aplastar nuestros espíritus...
porque sabemos, ¡sí! que nuestra ayuda está
en tu nombre, Señor, que hiciste el cielo y la tierra...
Amén

Vivir

Señor Dios, te damos gracias porque estamos aquí
y nos podemos ayudar mutuamente.

Abre nuestros ojos para que veamos nuestra vida
en toda su profundidad:
que nuestra mirada, amplia, abierta, amorosa como la tuya,
llegue a todos nuestros compañeros y compañeras
y a todas las personas que están cerca de nosotros.

Letanía a María

Señor, Dios, Padre-Madre, creador de la vida: (Todas) Te alabamos.
Cristo, Hijo de Dios, nacido de mujer: Te bendecimos
Espíritu Santo, aliento de Dios: Te glorificamos.

Señor, Dios nuestro. Salmo 8

Señor, Dios nuestro,
que admirable es tu nombre en toda la tierra.

Cuando contemplo el cielo,
obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado.
Qué es el hombre para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder.

Dios enteramente bueno

Señor, Dios nuestro, hoy te queremos dar gracias
porque en Jesús te has revelado
como un Dios enteramente bueno.

En esto no te pareces a nosotros,
en esto te diferencias de todas las imágenes
que, sublimándonos, nos hacemos los hombres de ti.

Buscarte

Señor Dios, enséñame dónde y cómo buscarte,
dónde y cómo encontrarte...

Tú eres mi Dios, tú eres mi Señor, y yo nunca te he visto.
Tú me has modelado y me has remodelado,
y me has dado todas las cosas buenas que poseo,
y aún no te conozco...

Dios de la paz

Señor, Dios de la Paz,
que has creado a los hombres
para hacerles partícipes de tu gloria;
te damos gracias,
por los deseos, los esfuerzos, las realizaciones
que tu mismo Espíritu de paz,
ha suscitado en nuestro tiempo,
para sustituir el odio por Amor,
la desconfianza por la comprensión,
la indiferencia con la solidaridad.

Salmo de alabanza

Señor, después de una mañana hundido entre mil miserias humanas, te pido que me permitas... alabarte.

Quiero alabarte, Señor, porque entre tantos destrozos humanos, andas también prodigando amor.

Te alabo, Señor, porque todas las personas, por hundidas que se encuentren, tienen necesidad de amar, y de amar con amor primitivo, vivencial, sencillo.

Te alabo, Señor, por la necesidad de amor que todos sentimos y por la necesidad de amor que todos buscamos y esperamos.

Me enfado y quejo

Señor:
demasiados interrogantes,
dudas y oscuridades;
a veces, demasiados golpes,
heridas y fracasos,
como para no protestar
y plantearte pleito.

Ser sólo un pobre

Señor, delante de ti yo quiero ser sólo un pobre,
quiero despojarme, Señor, de mis pretensiones y vanidades;
también, Señor, quiero traspasar mi propia culpa
y entrar a tu casa desnudo,
meterme en tu corazón como un niño.
Quiero mirarte a los ojos suplicándote
confiadamente.

Nueva oportunidad

Señor del tiempo y de la vida:
Gracias por esta nueva oportunidad
de "empezar y seguir" preguntando,
buscando, aprendiendo, construyendo...

Señor del amor verdadero

Señor del amor verdadero,
pon tu luz
en nuestras sombras,
pon tu paz
en nuestras luchas,
pon tu voz
en nuestros ruidos.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Odres nuevos

Señor, decimos que nos gustan las novedades, pero nos gusta pensar, decir y hacer siempre lo mismo.

Nos cuesta dejar nuestras rutinas y prejuicios. Nos cuesta cambiar nuestra forma de vernos, de verte, de ver el mundo.

Nos cuesta aceptar la novedad, sobre todo si esa novedad exige un cambio por nuestra parte.

Nos cuesta aceptar la novedad del Evangelio, la novedad de tu Palabra, la novedad de tu vida.

Haznos odres nuevos, para acoger el vino nuevo de tu amor y tu perdón, sin merecerlo,
porque a nosotros nos cuesta amar y perdonar a quien no lo merece.

Haznos odres nuevos, para dejarnos encontrar por ti,
porque a veces creemos que, cuando te buscamos, tú juegas al escondite con nosotros.

Haznos odres nuevos, para seguir el camino que nos señalas,
porque no estamos convencidos de que tú nos conduces a la felicidad y a la libertad más grandes.

Haznos odres nuevos, Señor. Amén.

Hacer de la existencia una acción de gracias

Señor de la existencia:
¡Quién supiera hacer de su entera vida
una acción de gracias,
y de todos los latidos de su corazón
una alabanza a tu nombre!
Anunciar, lo mismo en las horas felices
que en la desgracia,
la fidelidad de tu amor que nunca disminuye.

Abiertos a ti

Señor, danos unos ojos vigilantes, para descubrirte.
Danos un corazón abierto, para acoger tu amor y tu paz.
Danos una mente despierta, para comprenderte.
Danos unos pies dispuestos, para acercarnos a Ti y al que sufre.
Danos unas manos abiertas, para servirte, para servir a todos.

Sé de quien he confiado

Señor, danos una fe viva, esa fe
de la que tu dijiste que era capaz
de mover montañas....

Danos esa fe viva que nos haga
contemplarte en todas las cosas,
y a todas las cosas verlas también
en ti.

Danos esa fe que infundiste a
los apóstoles, que nos haga capaces
de desafiar todos los elementos que
se opongan a la realización de tu
voluntad y de tu gloria.

Danos aquella confianza que hacía
exclamar a tu apóstol pablo:
"sé de quien he confiado"

y así fuertes en la fe permítenos
seguir adelante hasta que rindamos
la jornada, y nos presentemos delante
de ti para recibir la recompensa,
aquella recompensa que tú tienes
preparada para tus siervos que quisieron
servirte en las cosas pequeñas.

Danos también una fe muy grande que nos
permita penetrar muy profundamente en
el conocimiento de las cosas de Dios.
Y que a ese deseo tuyo: " si conocieras el don de Dios",
que expresa tu deseo  de que busquemos tus cosas,
podamos responderte: Señor, ahora lo conozco,
él,  el espíritu santo, ha realizado en mí alma
la obra de transformación en Cristo"

Amén.

Sal y luz

Señor, danos tu luz para poder iluminar el mundo.
Podemos tener buena salud, buenos amigos,
podemos tener mucha fuerza
y una cabeza bien amueblada;
pero si no lo vemos, si no lo descubrimos,
sirve de muy poco.

Bienaventuranzas y malaventuranzas

Señor, danos luz y fuerza para renunciar
a lo que nos separa de ti, de los hermanos, de la felicidad más grande
No permitas que acaparemos bienes,
porque provocaremos muchas injusticias!
No permitas que vivamos para consumir,
porque siempre tendremos más hambre!
No permitas que hagamos llorar a los demás,
porque hemos nacido para consolar!

Por la liberación universal

Señor, danos confianza para luchar por la liberación universal.
Ven a salvar a toda la humanidad.
Oímos tu palabra y la recibimos,
pero no acabamos de ponernos a tu lado,
para luchar contigo por la libertad y la fraternidad.

Visitación

Señor, dame unos pies ligeros y unas manos abiertas, para servir a quién lo necesite, como los María. Que no deje para mañana el bien que pueda hacer hoy.

Bodas de Caná

Señor, dame unos ojos bien abiertos, para darme cuenta de lo que necesitan las personas.
Dame unas manos abiertas, para ayudar a quien precise mi tiempo, mi sonrisa o mi dinero.
Dame un corazón humilde, para pedir ayuda, como María, a Jesús y a los hermanos.

Espiritualidad de comunión

Señor, dame una mirada de fe, para descubrirte en mi corazón,
en el corazón de los hermanos, en el corazón de todas las personas.

Señor, ayúdame a sentir que el otro es "uno que me pertenece",
para compartir sus alegrías y sus sufrimientos,
para intuir sus deseos y atender a sus necesidades,
para ofrecerle una verdadera y profunda amistad.

Una mirada como la tuya

Señor, dame una mirada como la tuya, una mirada que no se quede en la superficie, que sepa bucear a lo más profundo de la realidad.

Señor, convencerme de que sólo permanece lo que se construye sobre el cimiento sólido del amor y la verdad, aunque parezca pequeño y débil.

Pobres de Yahve

Señor, dame un corazón humilde y confiado,
como el de Simeón y Ana, como el de María.

Ellos no tenían nada y, precisamente por eso,
se acercaban a Ti, ponían en Ti toda su confianza,
cumplían tu voluntad, observaban la ley.

Como María

Señor,
dame un corazón lleno de sabiduría,
como el corazón de María,
que sepa elegir la justicia y la bondad;
un corazón enamorado,
como el corazón de María,
que te ame a ti con toda el alma;
un corazón generoso,
como el corazón de María,
que sepa renunciar a todo,
para tenerte y disfrutarte a Ti.

Un corazón compasivo

Señor, dame un corazón compasivo, como el tuyo, para descubrir y remediar el hambre de mis hermanos.

Ayúdame a descubrir el hambre de pan de muchas personas empobrecidas, el hambre de compañía de muchos enfermos y ancianos, el hambre de esperanza de muchos hombres y mujeres sin trabajo, el hambre de respeto de tantas mujeres maltratadas, el hambre de confianza de tantos jóvenes desorientados, el hambre de felicidad de mucha gente triste, el hambre de Dios de tantas personas que te buscan a ciegas.

Amor

Señor, dame un corazón abierto que sepa acoger tu amor,
el amor gratuito e incondicional que sostiene mi vida.

Señor, dame un corazón humilde que sepa dejarse amar
por las personas que me ayudan a crecen en humanidad.

La insensatez de la cruz

Señor dame tu amor
que me haga perder mi "prudencia humana",
y me impulse a arriesgarme
a dar el salto para ir a Ti.
No quisiera oír:
"hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?".

Paz en la mente y en el corazón

Señor, dame paz en la mente y en el corazón.

Controla mi mente,
que exagera, que inventa, que supone.
Corrige mi mente,
que me dice inútil, fracasada, poca cosa,
Cuida mi mente,
que desea amarte, adorarte, servirte.

Valentía para arriesgar

Señor, dame la valentía
de arriesgar la vida por ti,
el gozo desbordante
de gastarme en tu servicio.

Dame, Señor, alas para volar
y pies para caminar
al paso de los hombres.

Entrega, Señor, entrega
para “dar la vida”
desde la vida,
la de cada día.

Cuánto agradezco que me ames

Señor, cuánto agradezco que me digas
lo que me dices sin decir, callado,
derramando tu Amor sacramentado
como el sol se derrama en las espigas.

Cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;

Te siento en mi tristeza

Señor, cuando te llamo, vienes a mi lado: Tú eres mi fortaleza, mi paz.
En tu confianza me refugio en los momentos de desaliento.
Cuando la soledad es grande, a pesar de todo lo que me rodea,
Tú eres mi unico consuelo: el amigo fiel que nunca abandona.
Te siento en mi tristeza y te siento en mi alegria.

Cuando soy frágil

Señor, cuando soy frágil te encuentro,
cuando soy debilidad, lágrima, o silencio que se lleva el viento.

Cuando soy frágil te busco, te grito, te espero…
te busco y tu ternura me cubre,
te grito y tu compasión me abraza,
te espero y te haces regalo,
todo Tú, todo entero.

Transfiguración

Señor, cuando estamos cansados y desanimados,
como tus discípulos en el Evangelio,
Tú nos invitas a orar, a estar contigo,
para transmitirnos fuerza y esperanza.
Gracias, Jesús, por esos momentos
de comunión contigo, de transfiguración.
Nos ayudan a afrontar los momentos tristes,
sabiendo que nos espera la felicidad más grande.

Transfiguración

Señor, cuando estamos cansados y desanimados, como tus discípulos en el Evangelio,
Tú nos invitas a orar, a estar contigo, para transmitirnos fuerza y esperanza.
Gracias, Jesús, por esos momentos de comunión contigo, de transfiguración.
Nos ayudan a afrontar los momentos tristes, sabiendo que nos espera la felicidad más grande.

Creo en Ti y en tu resurrección

Señor, creo en Ti y creo en tu resurrección, pero aumenta mi fe.

Dame unos ojos abiertos para reconocerte en los hermanos que animan nuestra fe y en las personas que sufren y desesperan.

Por nuestra propia vocación

¡Señor Creador y Redentor!
Tú que estás presente e invisible
en el instante de nuestro primer palpitar,
y cuando el agua santa limpia lo más íntimo
de nuestra naturaleza pecadora,
y en todos los momentos
de nuestro agitado vivir hoy,
sal a mi encuentro
y al encuentro de cada hombre,
y señala, con la luz de tu presencia percibida,
cuál sea nuestro servicio dentro de la Iglesia
y de la comunidad de los hombres,
para que, empujados por tu gracia,
cumplamos todos y cada uno
con nuestra vocación.

Señor Creador y Redentor,
escucha nuestra plegaria.
Amén.

Santos Inocentes

Señor, contemplamos tu bondad y tu ternura,
en la pobreza y humildad del portal de Belén.
Y nuestro corazón se llena de paz y alegría.

Salmo al final del día

Señor, confesamos nuestra debilidad: Hoy hemos andado caminos oscuros, hambreando pequeñas satisfacciones lejos de tu cabaña, cuando tú te acercabas y nosotros nos retirábamos como si tú fueses un extraño.

No te hemos conocido ni en el pobre de la esquina, ni en el amigo pesado de siempre. Nos costé verte en el anciano, y en el lamento del enfermo.

Vivir en ti

Señor, concedenos como a todos nuestros compañeros
acercarnos a ti, conocerte a Ti,
pensar como tú, trabajar y estudiar contigo,
VIVIR EN TI.

En momentos de miedo y angustia

Señor, concédeme la gracia,
en este momento supremo de miedo y angustia,
de recurrir al gran miedo y a la asombrosa angustia
que tú experimentaste en el Monte de los Olivos antes de tu pasión.

Ser niño

Señor, concédeme el don de ser niño
y poder descansar en tu regazo
sin vergüenza y sin miedo,
pues a medida que crecemos
otros intereses nos hacen olvidar
que la confianza y la ternura
son imprescindibles para madurar
y recorrer tus caminos.

A la sombra del Altísimo

Señor, te doy gracias,
porque vivo a la sombra de tu amorosa omnipotencia
y Tú eres mi amparo en el peligro y en la dicha.
Por eso te digo: "Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en Ti".

domingo, 13 de diciembre de 2015

Tú eres la puerta y el camino

Señor, como buen padre, como buena madre, quieres que sea feliz, quieres que viva alegre, en esta vida y por toda la eternidad. Por eso me amas sin límite y me enseñas el camino de la vida, de la salvación.

Bendice nuestro cuerpo

Señor, bendice nuestra mente
para ser sensibles al dolor
de los enfermos y sus cuidadores;
para reconocer nuestras enfermedades.

Bendice mi cuerpo

Señor, bendice mis manos
para que sean delicadas y sepan tomar
sin jamás aprisionar,
que sepan dar sin calcular
y tengan la fuerza de bendecir y consolar.

Incoherencias

Señor, ayúdanos a descubrir nuestras incoherencias,
a no justificar nuestros errores y pecados,
a no acostumbrarnos a nuestra mediocridad.

Compartimos una parte de nuestro dinero,
pero nuestro estilo de vida sigue siendo consumista.

Chequeo

Señor, ayúdame a pararme un momento,
para hacerme un chequeo,
para sopesar lo que hago y lo que no hago.

Ayúdame a descubrir y valorar
las cosas positivas y negativas que hay en mí.

Ayúdame a decir la verdad

Señor,
ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras
para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la moneda,
no me dejes inculpar de traición a los demás
por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo
y a no juzgarme como a los demás.

Como San José

Señor, ayúdame a crecer en humildad, a no buscar el protagonismo ni la oscuridad. Que sólo pretenda cumplir tu voluntad, como San José, para acoger y hacer presente a tu Hijo Jesús.

El don del silencio

Señor, ayúdame a acoger el don del silencio. Me cuesta hacer silencio exterior e interior. Me cuesta mucho callar y escuchar, callar y sentir. Pero quiero aprender, para sentirme, para sentir las quejas y las alegrías del alma.

Por los periodistas

Señor, ayuda a los periodistas en su quehacer diario. Ayúdalos a mantener la calma y la serenidad en medio de las prisas por conseguir una noticia; ayúdalos en la convivencia con sus compañeros. Que la tensión que genera «cazar» las noticias de todos los días no desestabilice las mentes y los corazones.

Cananea

Señor, aunque no siempre lo reconocemos,
te necesitamos, como la mujer cananea.
Por eso te decimos: "Ten compasión de mí,
Señor, Señor, socórreme".

Señor, auméntanos la fe

Señor, auméntanos la fe.
Enséñanos que la fe no consiste en creer en algo, sino en creer en ti, Jesús,
para abrirnos a tu Espíritu, para aprender a vivir tu estilo de vida.
Sólo tú eres quien "inicia y completa nuestra fe".

Auméntanos la fe. Haznos vivir una relación más viva contigo,
sabiendo que tú, nuestro Maestro y Señor, eres lo primero, lo mejor, lo más valioso que tenemos.

Reunidos y unidos

Señor, aquí nos tienes reunidos en tu nombre.
Estamos reunidos, y nos sentimos también unidos,
porque nos ocupa y nos preocupa lo mismo a todos
y, lo que es mejor, lo mismo que a Tí, Señor:
hacer un mundo de hermanos.

No puedo más

Señor:
¡Ahora si que es demasiado,
ya no puedo más!
Estoy agotado,
consumido de dolor,
agobiado de cargas,
doblado por el esfuerzo,
humillado por mis hermanos,
incomprendido por mis amigos.
Siento ganas de huir,
de escapar de todo lo que me hace sufrir.

Vuestra tristeza se convertirá en alegría

Señor, a veces me toca llorar y lamentarme, mientras alrededor me parece que el mundo se divierte, que cuantos me rodean tiene motivos para la alegría.

A veces estoy triste, me pesan tus palabras, me falla el amor o me falta tu justicia. Pero confío en tu promesa. Sé que mi tristeza se convertirá en alegría.

Te busco

Señor, a veces me siento triste, nada ni nadie me hace feliz;
y te busco, porque Tú eres la fuente de la esperanza y la alegría,
Señor, en otros momentos la vida me sonríe, soy feliz; y te busco,
porque la felicidad que siento es más pequeña que el corazón que me diste.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Como los hijos de un padre bueno

Señor, a veces me parezco al hijo pequeño de la parábola: soy exigente y egoísta, no encuentro la felicidad en la sencillez de la oración y el trabajo de cada día, en el cariño de la familia y amigos. Y me alejo.

En el caballo de mis seguridades

Señor, a veces me parezco a ese Pablo de Tarso, antes de su conversión. Mis convicciones son tan firmes como equivocadas. Y arremeto con violencia contra los que piensan distinto, con los que abrazan otros credos y defienden otras ideas políticas. Perdóname, Señor, y ayúdame a ser más humilde y más tolerante.

Sencillo quiero ser

Sencillo quiero ser como Tú eres.
El alma transparente como el día
La voz sin falsear y la mirada
profunda como el mar, pero serena.

Caminando más allá de los fracasos

Seguiremos caminando,
más allá de fracasos y golpes.
Seguiremos amando,
venciendo a soledades y deserciones.
Seguirá la historia,
la memoria poblada y la espera impaciente
de lo que ha de llegar.
Uniremos los pedazos
dispersos, los fragmentos de sueños,
estrecharemos brazos heridos.
Setenta veces siete alzaremos los ojos
y retomaremos la ruta.

Por la fraternidad

Te damos gracias, Jesús, por todas las redes e instrumentos de la comunicación humana, que nos ayudan a sentir el desafío de descubrir y transmitir la mística de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos...

Guíanos, Señor, para aprovechar adecuadamente estas posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; para salir de nosotros mismos y unirnos a otros; para seguir este camino tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan esperanzador!

Gracias, Jesús, porque la fe en ti nos ayuda a mirar en positivo a los demás, a evitar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual.

Esperanza encarnada

Señor, perdona y cura nuestra desesperanza. No permitas que nos dejemos llevar por los profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre acontecimientos nefastos.

No nos dejes caer en la tentación de convertirnos en personas pesimistas, quejosas y desencantadas, con cara de vinagre. El que comienza sin confiar en el triunfo perdió de antemano la mitad de la batalla y entierra sus talentos. Y el que entierra sus talentos y no se entrega pierde, antes o después, la esperanza.

Cielos, lloved

¡Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Ábrete, tierra!
¡Haz germinar al Salvador!

Amabilidad

Señor, entra en nuestra vida y transfórmanos
para que seamos la expresión viva de tu amabilidad y tu bondad;
amabilidad y bondad en nuestro rostro,
amabilidad y bondad en nuestros ojos,
amabilidad y bondad en nuestra sonrisa,
amabilidad y bondad en nuestra afectuosa manera de saludar
amabilidad y bondad en el trabajo y la diversión.

Sed escándalosamente utópicos

Sed escándalosamente utópicos.
Revolucionad la sociedad en que vivís.
Empezando por vuestro propio corazón,
por vuestra vida diaria.

Sed capaces de ser pobres,
despegados,
despreciar el consumismo.
Sed capaces de trabajar,
sí, de trabajar.
Estudiad para conocer el mundo y sus causas
Todos los mundos.

Y sed también puente.
Vosotros si podéis ser puentes:
puente entre el primer mundo y el tercer mundo,
entre la primera iglesia y la tercera iglesia.

Y si os sentís llamados
a ciertos radicalismos evangelicos,
tal vez,
hasta el sacerdocio y la misión,
casados o no casados.
Responded!
El Señor sigue llamando.
La misión sigue siendo esencial
en la Iglesia.

Creo que vosotros, jóvenes de hoy,
no teneis menos capacidades,
que Juan, o Moises, o  Abraham
para responder al Señor
que llama para la liberación de su pueblo.

Un amor que me quiere despeinada

Tengo un amor que me quiere despeinada,
con todo y las razones que me levantan de prisa,
con todo y los demonios que no me dejan dormir.

Tengo un amor que me hace sentir segura,
que muere de alegría cuando camino de su mano,
que siente como mis abrazos acarician su corazón.

Sed buenos. Sed santos

Sed buenos: buenos en vuestro rostro,
que deberá ser distendido,sereno y sonriente;
buenos en vuestra mirada, una mirada que primero sorprende y luego atrae.

Sed buenos en vuestra forma de escuchar:
de este modo experimentaréis, una y otra vez, la paciencia,
el amor, la atención y la aceptación de eventuales llamadas.

Sereno de noche

Sé que te encanta
contemplar de noche las estrellas;
sé que te gusta escuchar este silencio
cuando todos están durmiendo;
sé que cuidas de todos nuestros asuntos
aunque no te los encomendemos;
sé que nos das el sueño
y el descanso que necesitamos;
sé que te pasas las noches en vela
disfrutando de nuestra confianza;
sé que para Ti es una gozada
atender, cuidar y amar a tus hijos e hijas.

La vida vale más que el alimento

Sé que la vida vale más que el alimento
aunque éste tenga lábel y sea exquisito;
y que el vestido, a pesar de modas y modistos,
es sólo complemento de nuestro cuerpo.

Sal y luz

Sé que la vida no es solamente para mí.
Ni mi cuerpo,
ni mi amor,
ni mi inteligencia,
ni mi humor,
ni mis dones,
ni mi tiempo,
ni mi dinero,
ni mi casa,
ni mis posesiones...
son solamente para mí.

Paciencia

Sé paciente con todo lo que aún
no está resuelto en tu corazón.

Trata de amar tus propias dudas...
No busques respuestas
que  no se pueden dar,
porque no serías capaz de soportarlas.

Lo importante es vivirlo todo.
Vivir ahora las preguntas.
Tal vez así, poco a poco,
sin darte cuenta, puedas algún día
vivir las respuestas.

Señor, dame paciencia ¡y luz!


Rainer Marie Rilke. Adaptación.

Emaús

Se derrumbó el momento al encontrarnos
y al tiempo sucedió algo infinito.
Generoso, me diste tu presencia
cuando a solas tomaba mi camino.

Mujer esperanzada - Magnificat

Se alegra todo mi ser, Señor,
por lo que has hecho conmigo.
Tienes el antojo de ponerte en mi camino
hecho rostro concreto:
mujer, niño, joven de la calle.
Desde ahora, ¿Cómo poder ser otra cosa
que una MUJER ESPERANZADA?

Se acaba el día

Se acaba el día, Señor.
Ha habido de todo:
momentos felices y momentos de dolor,
aciertos y equivocaciones.
A esta hora quiero acudir de nuevo a Ti,
para dejar en tus manos todo mi día.

Santa María del Pilar

Santa María del Pilar,
de Aparecida y de Chiquinquirá,
de Quinche y de Luján,
de Guadalupe y del Carmen,
Señora de nuestra América.

Santa María de todos los sentidos

Santa María de la vista.
  trasmites gracia al que se acerca a contemplar tu mirada.
Tu rostro nos da nueva luz.
Préstame tus ojos para ver bien lo que está lejos y lo que está cerca,
para superar esa ceguera voluntaria
que me dificulta mirar el dolor y la alegría de los demás,
aquello que me pide generosidad y servicio.

Santa María del oído.
Tú que fuiste una especialista de la escucha atenta.
Préstame tus oídos para escuchar en silencio la Palabra
y para descubrir en medio del ruido
la hermosa melodía que Dios pone cada día en mi corazón.

Santa María del olfato.
Tú que pasaste por este mundo,
desprendiendo el aroma inconfundible del amor.
Ayúdame para conservar la fragancia de las cosas hechas con amor
y evitar así que los olores de la indiferencia y la intolerancia
impregnen mi vida y mi corazón.

Santa María del gusto.
  que saboreaste las cosas pequeñas,
esas a las que yo doy  tan poca importancia,
préstame tu lengua para gustar cada segundo
que paso al lado de un hijo o hija tuya
o de un hermano o hermana mía,
y que una sonrisa, un abrazo, un “perdona”
o un “te quiero”, se convierta en el manjar más exquisito
que pueda llevarme cada día a la boca
y sepa saborearlo agradecido.

Santa María del tacto,
Tú que estuviste cuerpo a cuerpo con las mujeres y los hombres de tu tiempo,
y lo sigues estando en cada uno de nosotros, tus hijas e hijos.
Enséñame a tocar, a acariciar, a abrazar, a sostener...

Santa María de todos los sentidos,
Concédeme la gracia de poderte ver, oír, oler, gustar y tocar.
Te pido especial gracia para que lo haga
no solo con los ojos, los oídos, la  nariz, la lengua o las manos,
sino sobre todo con un corazón purificado y generoso.  Amén