sábado, 30 de abril de 2016

Abrazar

Si fuéramos capaces
de juntar hombro con hombro,
brazos con brazos
y llevar el mismo ritmo en este tiempo aciago...

Si fuéramos capaces
de compartir tantos sueños,
fatigas, lágrimas y fracasos
que nos acompañan en el camino diario...

Si nos hiciéramos uno,
unos con otros respetándonos,
unos junto a otros solidarizándonos,
sin dejar de ser proyecto evangélico...

Si nos hiciéramos grito,
rostro y buena noticia
dentro y fuera de la Iglesia
para todos los que buscan a tientas...

Si nos abrazáramos
más allá de las conveniencias,
de leyes, credos y mandatos
psicológicos, sociales y religiosos...

Si al abrazarnos
nos transmitiéramos luz,
calor, vida y sabor
para gustar toda la creación...

Si construyéramos un bloque
de rojos y enamorados corazones
sensibles a todo lo que surge
en los cuatro puntos cardinales...

Si construyéramos una casa,
tu casa solariega en esta tierra,
con puertas y ventanas abiertas
y sala de encuentros bien acogedora...

Si fuéramos luz humilde
que no quiere ocultarse
y no teme manifestarse
en las plazas y sendas de la historia....

Si fuéramos sal no devaluada
que no teme mezclarse
ni perderse entre la gente
para darles sabor y gracia...

Si creyéramos que es posible
encontrarte y gozarte
en nuestro lodo de siempre
cubierto ya con tantos disfraces.

Si creyéramos, si fuéramos,
si hiciéramos, si nos abrazáramos...

¡Qué hermosa arquitectura se alzaría
para que todos viviéramos a gusto,
en este tiempo y en esta tierra,
más allá de nuestras ideologías!

Florentino Ulibarri