martes, 15 de diciembre de 2015

Hijos de la luz

Señor, gracias por todos los dones que he recibido por ti. Gracias por la inteligencia, la creatividad, el ingenio... Qué sepa desarrollar estos talentos y ponerlos al servicio de la familia, de la comunidad, de la sociedad; al servicio de la verdad, de la justicia, de tu Reino.

Ayúdame a realizar con fidelidad, alegría y generosidad las pequeñas obligaciones y tareas cotidianas: la oración de cada mañana, el saludo a las personas con las que me encuentro, el trabajo con el que gano el pan, los compromisos que he asumido. No me dejes caer en la apatía y la pereza.

Señor, dame sabiduría para servirte a Ti, el único que mereces ser servido, el único que nos da el amor y la felicidad que desea nuestro corazón. Que la fuerza de la Comunión contigo, me ayude a no dejar que el dinero ocupe espacio en mi corazón y a amarte sobre todas las cosas.