martes, 15 de diciembre de 2015

Trigo y cizaña

Señor, en nuestro mundo hay injusticias y guerras,
muchos inocentes son rechazados y perseguidos,
pueblos enteros no tienen pan, casas, escuelas, hospitales…
Tu Evangelio y tu Iglesia desaparecen en el olvido.
A veces parece que vamos de mal en peor.
Dudamos. Nos desanimamos.

Y tú, Jesús, nos invitas a contemplar la realidad:
el mejor trigo crece en medio de la peor cizaña,
muchos sordos escuchan a los enfermos y pobres,
muchos inválidos comienzan a acercarse a los demás,
los que tenían muerto el corazón son capaces de amar,
profetas de calamidades anuncian buenas noticias.
Gracias, Jesús, por levantar nuestra esperanza.