Señor Jesús, en tu Ascensión,
nos recuerdas que somos ciudadanos del cielo.
Tú nos abres el camino hacia la casa de Dios Padre,
una casa familiar, abierta a todos sus hijas e hijos.
Allí no habrá tristeza, enfermedad, desencuentros, soledad...
Allí disfrutaremos la belleza, la vida, el amor de Dios y de todos los hermanos.
Señor Jesús, en tu Ascensión,
nos recuerdas que tenemos una misión preciosa:
hacerte presente con nuestros gestos y palabras,
ser transparencia de tu amor a cada persona,
anunciar el Evangelio de la esperanza y de la vida,
compartir la alegría de la fe y la fraternidad.
Señor Jesús, en tu Ascensión,
nos recuerdas que Tú estarás siempre a nuestro lado,
que tu Espíritu será fuerza y luz en nuestra misión,
que tenemos hermanos en los que apoyarnos,
que María seguirá sosteniéndonos en la dificultad
y nos acompañará en el camino hacia el cielo.
Amén.