miércoles, 3 de noviembre de 2021

Posponer, renunciar, cargar

 A primera vista, parece, Jesús que no lo pones fácil.
Es más, parece que pides lo que no te podemos dar.
Sin embargo, si me paro a pensar, me doy cuenta:
conseguir una carrera universitaria conlleva renuncias,
tener hijos supone posponer muchos deseos personales,
trabajar por un mundo más justo, tiene su parte de cruz.
Así es la vida: No se trata de renunciar por renunciar.
Renunciamos a cosas importantes para conseguir un bien mayor.
Y quien no renuncia a nada, no alcanza nada.

Así es también la vida de fe. Renunciamos por amor.
Por amor a ti, Señor; por amor a los hermanos.
Cargamos con la cruz, para construir tu Reino.
Queremos renunciar con alegría y generosidad,
sabiendo que Tú, antes o después nos das el ciento por uno.

Gracias por enseñarnos el camino de la vida auténtica,
gracias por haberme concedido la gracia de conocerla un poquito,
gracias por las personas que me animan a recorrer este camino.
Gracias.