martes, 6 de octubre de 2015

Decir comunidad

Decir comunidad es decir camino compartido, multitud de manos que se unen para, entre todos, hacer la marcha más liviana, abrazo de miradas que se buscan para buscar, unidas, la mirada de Aquel que por nosotros dio la vida.

Es compartir la vida entrelazada, es reunir, bajo las mismas esperanzas, las diferencias, que así, no nos separan.

Decir comunidad es hablar de proyecto común, sueños compartidos, caminos acompañados.

Es pensar en el otro y en lo mejor para el otro y pensar, juntos, en lo mejor de nosotros para todos los otros.

Decir comunidad es darse fuerzas entre todos. Es alentarse con la palmada al hombro, es corregirse
sin miedo a los enojos. Es animarse a crecer juntos poco a poco.

Decir comunidad es hablar de apertura y entrega, servicio a los demás, aprender a brindarse, generosos.

Es compartir la vida de Dios, fuente de vida, de esperanza y amor.

Decir comunidad es común-unidad de criterios verdaderos (los del Evangelio), de opciones valientes (las de Jesús), de desafíos audaces (los del Reino en marcha).

Decir comunidad es el encuentro de muchos que animados y alentados por el Espíritu, buscan clamar a Dios, ¡Abba!

Aquí estamos, Señor, unidos y en camino,para hacer crecer tu Reino, donde pidas. AMÉN.