jueves, 8 de octubre de 2015

Me levantaré. No es la primera vez

Me levantaré.
Y tendré que ir, sé adonde y a quién.
No es la primera vez.
Y sé cuáles serán mis palabras y las tuyas.
Mediré nuevamente el corazón de un Padre.

Volver a tu casa,
dejarte ser Padre,
reconocer mis veleidades,
renunciar a la excusa,
pegar silencios como voces;
aceptar abrazos y besos,
permitir que me laves como a un niño,
ser invitado de honor,
participar en tu fiesta,
avivar la confianza, encenderla...

No vuelvo a tientas. Vuelve el hijo;
el que se marchó de casa
y malgastó tu hacienda;
el de siempre.
Aquí estoy, Padre, otra vez.

Vengo como me ves,
como ya sabes.
Por necesidad
y porque sólo en Ti halla paz mi ser
pobre y vacío.
Aquí estoy, Padre, otra vez.