Salté de gozo cuando me dijeron:
"Vamos al encuentro fraternal".
¡Cómo brilla en la asamblea de hermanos
el rostro del Dios de la paz!
Nuestra fraternidad está fundada
sobre esta firme promesa:
"Donde dos o más se reúnen en mi nombre
allí vive y crece mi Iglesia"
Subamos en el nombre del amor,
la verdad, la libertad y la justicia;
nuestro Dios, hecho hermano,
nos precede entregando su vida.
Que tus compañeras y compañeros
sean para ti lugar sagrado:
sacramento de la única esperanza
hacia el más firme abrazo.
Pedid para el encuentro fraternal
autenticidad en sus búsquedas y caminos.
¡Llueva sobre la comunidad reunida
la fecunda presencia del Dios vivo!