sábado, 12 de diciembre de 2015

Santa María de todos los sentidos

Santa María de la vista.
  trasmites gracia al que se acerca a contemplar tu mirada.
Tu rostro nos da nueva luz.
Préstame tus ojos para ver bien lo que está lejos y lo que está cerca,
para superar esa ceguera voluntaria
que me dificulta mirar el dolor y la alegría de los demás,
aquello que me pide generosidad y servicio.

Santa María del oído.
Tú que fuiste una especialista de la escucha atenta.
Préstame tus oídos para escuchar en silencio la Palabra
y para descubrir en medio del ruido
la hermosa melodía que Dios pone cada día en mi corazón.

Santa María del olfato.
Tú que pasaste por este mundo,
desprendiendo el aroma inconfundible del amor.
Ayúdame para conservar la fragancia de las cosas hechas con amor
y evitar así que los olores de la indiferencia y la intolerancia
impregnen mi vida y mi corazón.

Santa María del gusto.
  que saboreaste las cosas pequeñas,
esas a las que yo doy  tan poca importancia,
préstame tu lengua para gustar cada segundo
que paso al lado de un hijo o hija tuya
o de un hermano o hermana mía,
y que una sonrisa, un abrazo, un “perdona”
o un “te quiero”, se convierta en el manjar más exquisito
que pueda llevarme cada día a la boca
y sepa saborearlo agradecido.

Santa María del tacto,
Tú que estuviste cuerpo a cuerpo con las mujeres y los hombres de tu tiempo,
y lo sigues estando en cada uno de nosotros, tus hijas e hijos.
Enséñame a tocar, a acariciar, a abrazar, a sostener...

Santa María de todos los sentidos,
Concédeme la gracia de poderte ver, oír, oler, gustar y tocar.
Te pido especial gracia para que lo haga
no solo con los ojos, los oídos, la  nariz, la lengua o las manos,
sino sobre todo con un corazón purificado y generoso.  Amén