domingo, 29 de abril de 2018

Dios descartado


Jesús, Tú eres la piedra descartada por los arquitectos,
por los jefes religiosos y los poderosos de tu tiempo.
Tu vida y tu palabra resultaron molestas para ellos.
Pero Dios Padre te ha convertido en piedra angular,
en esa piedra que da consistencia a todo el edificio.

En nuestra sociedad, también descartamos a mucha gente:
a tantos ancianos, que ya no pueden producir,
a los enfermos, cuyas vidas parecen inútiles,
a los inmigrantes, que encuentran cerradas las puertas del progreso,
a muchos bebés, que no son queridos por sus padres,
a demasiados jóvenes, que no pueden trabajar dignamente,
a tantas mujeres, utilizadas hoy y desechadas mañana,
a tantas personas tiradas en las cunetas del mundo.

Jesús, no nos dejes caer en la cultura del descarte.
Ayúdanos a descubrirte en todas las personas descartadas,
Ellas deben ser la piedra angular de nuestras vidas y de nuestra sociedad.
Agranda nuestro corazón y alarga nuestras manos
para valorarlas, amarlas y acogerlas, como un don precioso.